Cada inicio de curso surge alguna polémica porque varios hermanos no pueden acudir al mismo colegio. Si bien el tener un hermano en el centro es una garantía para conseguir la plaza, no siempre sucede así. Bien porque no llegan los puntos o porque se da la circunstancia de que solicitan la matrícula en el mismo año pero en distintos cursos, y mientras que uno sí es aceptado, el otro, no.

Para facilitar precisamente el acogimiento familiar, el borrador de la orden de admisión introduce un nuevo precepto, por el que se permite incrementar la capacidad de las aulas para atender esta necesidad, bien en el mismo colegio o en los centros situados en el área de influencia del domicilio familiar. Hasta ahora, en las regulaciones anteriores no se establecía ninguna disposición sobre esta cuestión.

Al respecto, el presidente de Ante, Julio Díaz, sostiene que no está en contra de esta regulación, es más, defiende las medidas para facilitar el reagrupamiento familiar, pero discrepa que se haga a costa únicamente de aumentar la capacidad de las aulas, metiendo más presión a los profesores, sin pensar en otras alternativas como incrementar el número de unidades.

Esta no es la única vía por la que se permite elevar el cupo de alumnos de aulas, sino que también se podrá hacer en un 10% para escolarizar a alumnos que, una vez iniciado el curso, sus padres se hayan visto en la necesidad de cambiar de domicilio.

Este posibilidad, unido a que para el cupo no se tenga en cuenta el número de repetidores y a que además puedan incorporarse otros niños por acogimiento familiar, puede derivar, según el sindicato Anpe de la comunidad gallega, en que en una aula al final hay más de diez alumnos sobre los previstos.