El equipo que dirige el científico Juan Carlos Izpisúa ha dado un paso más hacia la creación de órganos humanos para trasplantes: ha creado ratones con páncreas, ojos y corazón de ratas y ha conseguido que células humanas se integren en embriones de cerdo en etapas tempranas de su desarrollo.

Los resultados se publican en la revista Cell, en un artículo en el que los autores describen los progresos conseguidos en la carrera por integrar células pluripotentes (iPSC) de una especie, capaces de dividirse, especializarse y generar la mayoría de tejidos, en embriones de otra muy diferente.

Este equipo, en el que hay científicos de la Universidad Católica de Murcia (UCAM), Clínica Cemtro de Madrid o el Hospital Clínic de Barcelona, lleva años trabajando en este campo y, aunque reconocen que la creación de órganos para trasplantes está en etapas iniciales, destacan que se están dando pasos muy importantes. Empezaron desarrollando un método fiable capaz de integrar células madre humanas en un embrión animal y generar después las células a partir de las que se forman los órganos en el cuerpo.

Para ello, tal y como publicaron en 2015 en Nature, identificaron las condiciones de cultivo que permitían el crecimiento de un nuevo tipo especial de célula madre con una gran capacidad de proliferación y que se podía implantar en un embrión de otra especie (embriones de ratón), acoplarse y desarrollar una estructura humana.

El siguiente paso era demostrar que esto era posible en animales superiores, como cerdo o vaca, lo que ahora se constata, confirmó Josep María Campistol, director general del Clínic y uno de los autores del trabajo.

Sin embargo, antes y como primer paso, los científicos lograron crear ratones con ojos, páncreas y corazón de rata: en el laboratorio, mediante la técnica de edición genética Crispr/Cas9, desactivaron el gen que produce el páncreas en embriones de ratón y seguidamente insertaron células madre pluripotentes de rata (que contenían el gen para la generación del páncreas) en esos embriones de ratón.