Los colegios de médicos de Galicia impulsan la creación de un instituto de mediación sanitaria para resolver de forma voluntaria y pactada los conflictos de facultativos con pacientes y aseguradoras y entre los mismos profesionales y evitar así que cientos de casos acaben todos los años en los juzgados. Esta figura no existe en la comunidad, aunque sí en otras autonomías, y la previsión es que a lo largo de este año se pueda crear ya lo que se llamará Instituto Galego de Mediación Sanitaria.

El proyecto lo promueve el Colegio Profesional de Médicos de Ourense, cuyo presidente también lo es ahora del consello que agrupa a las cuatro provincias. De su defensa se encarga el secretario de Ourense, José Manuel Bendaña, y su intención es llevarlo a la próxima asamblea general. "Este órgano tiene recorrido y tiene futuro y vamos a intentar crearlo ya este año. No existe ningún centro de mediación sanitaria en Galicia y la idea es crear un grupo común para los cuatro colegios profesionales a donde se pueda acudir para resolver los conflictos que puedan surgir en el ámbito de la salud en toda Galicia", asegura.

Cada año, cientos de casos sanitarios acaban en los juzgados. Solo el Defensor del Paciente tramitó el pasado año en Galicia 765 denuncias por negligencias médicas, al margen de las presentadas por particulares o las que van a arbitraje por diagnósticos erróneos, retrasos en el los tratamientos, esperas excesivas para ser atendidos... Pero el número exacto se desconoce.

En el Instituto Galego de Mediación Sanitaria, según expone José Manuel Bendaña, se podrían tratar en principio todos los problemas que acaban en los juzgados, salvo los que han incurrido en presunto delito. No solo se abordarían los conflictos entre médicos y pacientes, sino también los que surjan entre los propios profesionales o con las aseguradoras.

Como ejemplo, Bendaña señala un mal resultado de una intervención quirúrgica, un diagnóstico erróneo, efectos secundarios adversos de un fármaco, discrepancias con la mutua o la aseguradora sobre la indemnización por una lesión o hasta las consecuencias de una cirugía estética. "No se trata solo de sacar los conflictos de los juzgados, sino que tampoco exista un arbitraje o una conciliación, donde hay una jerarquía superior que decide", explica el actual secretario del Colegio de Médicos de Ourense.

En la nueva figura que se quiere crear en la comunidad gallega, el mediador es la persona clave, dado que tiene que ser neutral e imparcial pero no tiene por qué ser médico. Además, añade Bendaña, porque tiene que saber gestionar los intereses de las partes y también las emociones, ya que ambas se encontrarán cara a cara.

Lo fundamental, en todo caso, es que los actores del conflicto acudan voluntariamente y con interés por resolverlo, además de estar de acuerdo en quién debe ser el mediador. "Lo que se resuelve en este ámbito tiene el mismo carácter ejecutivo que la sentencia de un juez, pero esa resolución las dictan las partes en conflicto", asegura este especialista. Y como funciona como un contrato, incluso puede elevarse a escritura pública ante un notario y no es recurrible.