El historiador e hispanista británico John Elliot depositó ayer en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes, un reloj suizo que compró en 1946, cuando tenía 16 años, con parte de las ganancias adquiridas al escribir su primer libro. De este modo, Elliot se ha convertido en la primera personalidad de la cultura no hispanohablante que deja un legado en la antigua cámara de la sede del Instituto.

"A los dieciséis años, en el verano de 1946, pasé en Suiza unas semanas agradables y hambrientas. Tenía suficiente dinero para comprar un buen reloj suizo que pongo en la Caja de las Letras como recuerdo de mi primera experiencia en mi carrera como autor", señaló el británico. Esta obra era un libro infantil con una ardilla como protagonista, que consiguió vender 10.000 ejemplares en su primera edición.