Uno de cada cinco médicos de familia en Galicia tiene asignados más de 1.500 pacientes, lo que supera la ratio recomendada por la Organización Médica Colegial y las sociedades científicas, que aglutinan a los profesionales de Atención Primaria. Esta sobrecarga afecta a casi 400 facultativos del total de 1.860 que pasan consulta en los centros de salud. Cada doctor atiende en la comunidad una media de 1.272 cartillas, pero la situación varía mucho dependiendo del territorio. El área sanitaria de Pontevedra-O Salnés es la más saturada con un cupo de 1.414 pacientes por médico. Un facultativo que trabaje en esa zona tiene un 25% más de población a su cargo que otro que trabaje en el área de Lugo-Cervo-Monforte (un total de 1.057 cartillas por facultativo).

El reparto es desigual y da idea de ello que mientras el 20% de los facultativos de familia supera en Galicia el cupo de tarjetas recomendado, hay otro 15% (273) que no llegan a las mil cartillas asignadas. Todo depende del área en la que trabaje el galeno. En el rural, los médicos tienen a su cargo menos población, mientras que en las ciudades sube el volumen de potenciales usuarios por cada facultativo.

Detrás de Pontevedra-O Salnés, el área sanitaria con mayor ratio de tarjetas por médico es A Coruña, con 1.394, seguida de Santiago, con 1.341, y Vigo, con 1.332. Y bastante por debajo de estas cifras están Ferrol, con 1.216, Ourense, con 1.103 y Lugo-Cervo-Monforte, con 1.057, según los últimos datos del Ministerio de Sanidad.

Las sociedades científicas de Atención Primaria han fijado en 1.500 tarjetas sanitarias el tope que no se debería sobrepasar para dar una atención sanitaria óptima. En Galicia están en esta situación de sobrecarga un total de 370 facultativos. En los centros de salud de Pontevedra-O Salnés, Santiago y A Coruña son más de un tercio los profesionales que atienden una población superior a la aconsejada. En Vigo, no llegan al 14%.

En todo caso, para la Consellería de Sanidade en la carga de trabajo de los médicos de familia no debería pesar solo el número de tarjetas sanitarias asignadas sino también las características de esta población. Es decir, en el rural, aunque tengan menos cartillas, la población está más envejecida y, por lo tanto, hay mayor demanda y se incrementa la carga asistencial de los facultativos de Atención Primaria.

Por esta razón el pasado año el departamento de Jesús Vázquez Almuíña pactó con los sindicatos compensar con más sueldo a los facultativos que tengan asignada una población de más edad. Se haría a través del complemento de productividad, que se paga a los profesionales por el cumplimiento de objetivos. Aunque la idea inicial era que este nuevo modelo retributivo entrara en vigor en 2018, la Consellería de Sanidade todavía no lo ha implantado ni hubo avances en el borrador de decreto que habría que aprobar para ponerlo en marcha.

En relación a otras comunidades, Galicia tiene una ratio de tarjetas sanitarias por médico más baja que la media. De hecho, es la sexta comunidad con menos cartillas por facultativo que ejerce en los centros de salud de Atención Primaria. Y también es de las autonomías que menos incumple la recomendación de un máximo de 1.500 cartillas.