La Xunta busca que los profesores, dado que conviven durante nueve meses con los escolares, se involucren más en la detección de posibles casos de malos tratos entre la población infantil.malos tratos Tienen a su disposición una herramienta para la notificación de avisos, el Registro Unificado de Maltrato Infantil (RUMI), pero su uso es meramente testimonial por parte del cuadro docente de los colegios públicos. Como prueba, el pasado año solo se formalizaron diez avisos por este medio, mientras que por el teléfono de atención al menor se recibieron en el mismo periodo 1.308 llamadas, de las cuales 136 lo fueron por denuncias de malos tratos.

La idea de la Consellería de Política Social, de quien dependen las competencias en esta materia, es convertir el RUMI en un canal único y compartido de detección de menores en situación de desprotección, tal como ya funciona en otras comunidades autónomas. Ello permitiría realizar los avisos a través de esa aplicación de internet y también acceder al registro de malos tratos y gestionar los servicios y atenciones que se ofrecen, para lo que se necesita la implicación del personal docente y el sanitario, pero también del policial y de los servicios sociales municipales.

"Efectivamente, el RUMI en Galicia hasta ahora funciona únicamente como instrumento de notificación de avisos de posibles situaciones de desprotección. Esta es una importante diferencia con otras comunidades autónomas que lo están usando como registro de todas las situaciones de maltrato", aclara la Consellería de Política Social.

Por esta razón, el Gobierno gallego ha emprendido este año un rediseño del sistema para "reforzar e implementar la utilización del RUMI en todos los ámbitos que puedan tener conocimiento de posibles situaciones de desamparo y, a su vez, llegar a uso como registro de malos tratos", añade.

Y en esta iniciativa se quiere buscar una implicación mayor de los profesores, para corregir la infrautilización del sistema de alerta. "Estamos coordinando con los responsables de la Consellería de Educación la mejor forma de trasladar el fomento de esta herramienta a los distintos centros", indican desde el departamento de José Manuel Rey Varela. "Se trata de informar y formar al profesorado sobre cómo se deben cubrir los indicadores que contempla esta herramienta para detectar o prevenir posibles casos de desprotección o amparo", añade la Consellería.

Los profesionales tienen a su disposición una plantilla online en la que tienen que marcar determinadas casillas cuando sospechan de que un menor puede sufrir malos tratos físicos, pero también abandono, acoso o una atención negligente. Los profesores deben marcar "ocasional" o "frecuente" ante preguntas como "escapa de clase", "llega tarde", asistencia irregular", "roba objetos en el aula" o "pide comida a los compañeros".

El uso de este sistema ha sido prácticamente residual desde su puesta en marcha. Ocho denuncias en 2012, doce en 2013, quince en 2014, doce en 2015, trece en 2016 y tan solo diez el pasado año. En otras comunidades son cientos o miles las alertas que se tramiten por esta herramienta de internet. Pero en Galicia el sistema no tiene una implantación universal. La Policía se comunica con la Administración por una vía directa, los profesionales sanitarios alertan si un protocolo unificado y los servicios sociales no están integrados.

Y además está el teléfono del menor (116 111), que recibe en Galicia entre 1.200 y 1.500 llamadas, la mayoría para pedir asoramiento. De hecho, el pasado año solo 136 fueron para denunciar situaciones de malos tratos.

La idea de la Xunta es potenciar el RUMI para convertirlo en un canal único y compartido sobre la materia, por lo que además de requerir una mayor implicación de los profesores, también se busca de otros colectivos. Entre abril y mayo se han realizado charlas formativas en A Coruña, Lugo y Pontevedra, dirigidas a las fuerzas de seguridad para recomendarles el uso del RUMI y en el grupo de trabajo de salud mental infantojuvenil tuvo gran acogida la oferta de implantar esta herramienta en el ámbito sanitario.