Los obispos españoles criticaron ayer la proposición de ley de eutanasia a cuyo trámite dio luz verde esta semana el Congreso de los Diputados pues, a su juicio, abre la puerta a un "corredor de la muerte voluntario" y a la creación de "derechos de laboratorio". En su lugar, proponen que se regulen los cuidados paliativos.

"No podemos hacer corredores de la muerte. Ya tenemos bastantes y esperamos que desaparezcan", subrayó ayer el portavoz y secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), José María Gil Tamayo.