El papa Francisco nombró ayer cardenales al prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Luis Ladaria Ferrer, y al misionero claretiano Aquilino Bocos Merino en un consistorio público celebrado en la basílica de San Pedro. Con estos nombramientos, el número de cardenales españoles aumenta a quince, de los que once son electores.

Junto a ellos, el Papa impuso el birrete y el anillo cardenalicio a otros 12 cardenales procedentes de varios países, como Japón, India, Italia, Polonia, Portugal, México, Bolivia, Perú y Madagascar.