A Coruña es una de la provincias españolas con mayor número de muertes por cáncer de piel. Un total de 34 coruñeses fallecieron por melanoma en 2016 -último año del que existen datos-, lo que la sitúa como la quinta provincia con más víctimas por este tumor, solo superada por Madrid (129), Barcelona (99), Valencia (49) y Alicante (44) y empatada con Málaga. Lejos de descender, el número de personas que fallecen por esta enfermedad no deja de aumentar y solo en cinco años se disparó un 62% al pasar de 21 a 34 casos en A Coruña, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

La provincia coruñesa concentra más de la mitad de las muertes por melanoma que se producen en la comunidad gallega (34 de las 65 registradas en 2016), muy encima de Pontevedra, que le sigue con 16 casos. Por su parte, si A Coruña lidera la clasificación estatal, Lugo y Ourense se sitúan entre las provincias españolas con menos víctimas del melanoma, con solo nueve y seis fallecidos, respectivamente. Cierran la clasificación dos provincias con muchas horas de sol año: Soria y Segovia con una y dos muertes al año por este tumor.

Los casos de melanoma se han disparado en las últimas décadas y con ellos, el número de víctimas mortales. Si España arrancaba la década de los 80 sin llegar a los 200 fallecidos anuales por esta enfermedad, ahora se roza cuando no se supera el millar. Una evolución similar a la que se ha vivido en la comunidad gallega. Galicia contabilizó solo seis muertes por melanoma en 1980, pero progresivamente fue aumentando el número de fallecidos cada año hasta batir el récord de 83 víctimas por cáncer de piel en 2015. En la última década fallecen una media de 77 personas cada año por esta enfermedad en la comunidad gallega (27,6 en la provincia coruñesa, donde el mayor número se registró en 2014 con 39 víctimas).

El número de fallecidos por este tumor aumentó un 25% en Galicia en la última década al pasar de 52 a 65 casos, pero la evolución no fue igual en las cuatro provincias. Mientras en A Coruña la cifra de muertes se disparó un 62% (de 21 a 34) y en Lugo se triplicó (de tres a nueve), en Ourense se redujo a la mitad (de once a seis) y en Pontevedra bajó ligeramente de 17 a 16. Pese a todo, si se comparan los datos del último año disponible (2016) con el anterior (en el que se batió récord en Galicia), la tendencia parece invertirse. Las muertes bajaron un 21% en el conjunto de la comunidad gracias principalmente a la provincia de Pontevedra donde cayeron un 45% (de 29 a 16). En A Coruña bajaron dos (de 36 a 34), en Lugo uno (de diez a nueve) y dos en Ourense (de 8 a 6).

Los datos del INE permiten establecer un perfil del paciente que fallece por melanoma. Lejos de la creencia popular no se trata de una patología que afecte principalmente a las mujeres sino que hay equilibrio entre ambos sexos: 34 mujeres fallecidas por cáncer de piel en Galicia en 2016, frente a 31 hombres. Por edades, la franja con más casos es a partir de los 80 años, pero se registran víctimas incluso sin llegar a los 40.

Cada año se registran unos 4.000 nuevos casos de melanoma en España y el 80% tiene su origen en una excesiva exposición al sol, según alertan desde la Asociación Española de Dermatología, donde resaltan que por ello es importante evitar tomar el sol en las horas centrales del día, hacerlo siempre con protección -conviene echar la crema al menos 30 minutos antes de exponerse a los rayos solares, renovarla cada dos horas y no utilizarla solo en la playa y piscina sino cuando se va a realizar cualquier actividad al aire libre (desde ejercicio, tomar algo hasta trabajar)- y la autoexploración para detectar cualquier lunar o mancha sospechoso y acudir cuanto antes al médico. En este sentido, aconsejan seguir dos reglas. La de ABCD, es decir, desconfiar de todo lunar que sea asimétrico, con los bordes irregulares, de varios colores o con un diámetro superior a los seis milímetros y que cambia de tamaño. Y la del patito feo, aquel lunar que es diferente a los demás.