El grupo de NeurObesidad de Santiago acaba de describir por vez primera el mecanismo de acción del estradiol, la principal hormona sexual femenina, en el hipotálamo para controlar de manera remota el proceso de termogénesis de la grasa parda o "grasa buena". El tejido adiposo pardo (grasa parda) no almacena lípidos (al contrario que la grasa blanca, sino que los "quema" a través de un proceso en el que se genera calor (termogénesis).

"Demostramos cómo el estradiol regula los niveles de ceramidas (familia de lípidos que forman parte de las membranas celulares) en el hipotálamo", explica Ismael González García, primer autor del trabajo publicado en Cell Reports. El estradiol produce una reducción de las ceramidas hipotalámicas, lo cual a su vez induce una disminución del estrés del retículo endoplasmático.La capacidad reguladora de las ceramidas sobre la materia grasa es posible porque la actividad del tejido adiposo pardo es controlada por el sistema nervioso central, al que la grasa parda se proyecta a través de conexiones neuronales, posibilitando la regulación de la actividad termogénica.