Investigadores del Instituto Gallego de Oftalmología (INGO) y el Instituto de Investigación sanitaria de Santiago (IDIS) han descubierto un nuevo biomarcador de riesgo de aparición y progresión del queratocono, una afección ocular progresiva de la parte anterior del ojo que puede producir una gran discapacidad visual y que afecta a adultos jóvenes. Este hallazgo ha sido publicado en la revista especializada Ocular Immunology and Inflammation y la empresa Cornea Proyect de Barcelona está desarrollando en estos momentos un prototipo y la fase comercial para llevar este conocimiento a la práctica clínica. Asimismo, los resultados del estudio abren la posibilidad a la obtención de un tratamiento médico que evite su desarrollo y progresión.

"El queratocono es una enfermedad de la córnea que hace que esta pierda espesor de forma progresiva y al adelgazar protruye hacia delante; en vez de tener una refracción en toda la córnea, tiene una refracción muy diferente de un punto a otro y esto hace que el paciente vea una imagen totalmente distorsionada, y el gran problema de esta enfermedad es que no se puede corregir con una gafa por esa refracción tan diferente", explica Isabel Lema, del INGO, que lidera, junto con Tomás Sobrino (IDIS) este estudio clínico.

Los investigadores demostraron que la inmunidad innata está implicada en el inicio y progresión del queratocono y observaron que en los pacientes con esta patología dos receptores toll-like -2 y 4- estaban sobreexpresados. "Pero no solo en el ojo con queratocono, sino también en el otro ojo, clínicamente sin diagnosticar. Esto convierte a estas moléculas en excelentes biomarcadores para detectar el riesgo de aparición y desarrollo de la enfermedad", explica.

La doctora Lema recuerda que esta patología corneal, que afecta a más de 15.000 gallegos, no tiene en la actualidad tratamiento médico y, en casos avanzados, es necesario recurrir al trasplante corneal. Generalmente suele manifestarse primero en un ojo, aunque lo habitual es que termine afectando a los dos.