Utilizan casi exclusivamente productos gallegos, todo lo que ofrecen -salvo el pan- lo elaboran ellos mismos y su carta varía cada mes y medio. Es el restaurante Ecletic, bautizado por sus propietarios como un lar gastronómico, donde los clientes no solo se llevan "la experiencia de comer". "Tenemos un punto pedagógico y nos gusta generar cultura gastronómica. Por ello, antes de comer, mostramos los productos a los clientes y muchos descubren el porco celta, la gallina de Mos, las patatas de Coristanco y las setas que hay en este momento en Galicia", indica Sergio Musso. Una idea que confirma su socio, Francisco Chicón, mientras muestra diferentes tipos de zanahoria y como en sus orígenes, la más habitual en esta tierra no era naranja sino que tenía un color rojizo.

Satisfechos con que la Guía Michelin los incluya en la categoría de Plato Michelin, reciben la distinción como un reconocimiento a su trabajo diario. "Es como una palmadita en la espalda de 'estás haciendo las cosas bien", indica Musso, quien está 100% de acuerdo con la definición de su cocina que realiza esta publicación: "Cocina creativa que fusiona tendencias, bajo una mirada migrante y siempre con productos locales".

Musso destaca especialmente la calidad de los productos. "Usamos en la medida en que es posible solo producto de aquí: pescado salvaje, ahora estamos en la temporada de setas y además somos un local muy pequeñito, buscamos también la sostenibilidad", sostiene para resaltar el hecho de que todas las elaboraciones se realizan en el restaurante, algo que no es lo habitual. "Aquí todo lo que ofrecemos, salvo el pan, se elabora en el local. El chorizo, por ejemplo", indica. "En Francia crearon un sello que solo reciben los locales donde el 90% de los que ofrecen lo elaboran ellos, pero aquí no existe", añade Francisco Chicón.

Otro de sus sellos es la constante innovación. "A lo largo de los tres años del local llevaremos más de 400 platos. El menú es cerrado, pero lo variamos cada mes y medio", indica Musso.