Hace tiempo que Lucía Galán dejó de llamarse así para convertirse en Lucía, mi pediatra. Fue en septiembre de 2014, cuando decidió abrir un blog para hablar directamente con los padres de sus pacientes, para dirigirse a ellos desde la experiencia de su profesión y "la sensibilidad de su maternidad", como reza el subtítulo de este portal de internet, por el que en 2015 se alzó con el Premio Bitácoras al mejor blog de Salud e Innovación Científica.

Tres años después, esta profesional, madre por partida doble y autora de otros tantos libros, acumula más de 200.000 seguidores en su página de Facebook; 44.000, en Instagram; y 33.000, en Twitter. Padres, la gran mayoría, que se asoman a diario a su consulta virtual y que han seguido de cerca su cruzada contra los antivacunas, en la que incluyó una carta al presentador Javier Cárdenas, que se hizo viral. Una misiva escrita "desde mi respeto a su profesión pero hablando desde la mía", subraya. "Soy pediatra y hablo de vacunas con el rigor científico del que disponemos. Las vacunas salvan, cada año, entre 2 y 3 millones de vidas. Esto es incuestionable, y son los argumentos que utilizo con los padres antivacunas que vienen a mi consulta. Trabajo la empatía y les rebato sus miedos. La mayoría, con el tiempo, acaba vacunando a sus hijos. Me corresponde a mí esa tarea, igual que él, como periodista, debe documentarse porque tiene una gran responsabilidad", remarca.

Por su constante defensa de las bondades de las vacunas y la necesidad de utilizar terapias cuya eficacia haya sido probada, Galán recibirá esta tarde (19.30 horas) en la Domus de A Coruña el Premio Pepe Cervera al fomento del pensamiento crítico en medios de comunicación y digitales, un galardón que conceden los socios del Círculo Escéptico y que, asegura, le hace "muchísima ilusión".

"No soy de las que piensan que no hay que decir a los pacientes que no busquen webs con información, porque todos lo hacemos cuando tenemos que consultar algo que no sabemos. El mensaje es: 'Te voy a dar las fuentes fiables para que consultes en internet sobre este tema en concreto, o te voy a ayudar a que aprendas qué es una fuente fiable y qué no es una fuente fiable cuando hablamos de la salud de nuestros hijos'. Darles las herramientas pero no censurar que consulten en internet porque esto ya está desfasado", sostiene esta pediatra, que siempre tuvo clarísimo que quería serlo. "De pequeña, sufrí una meningitis que me tuvo hospitalizada varios días. Me marcó tanto que, cuando salí del hospital, esa mañana les dije a mis padres: 'Yo de mayor quiero ser médico de niños, para que ninguno pase por esto otra vez", rememora.

En su consulta y a través de su blog Lucía, mi pediatra, en el que concilia su faceta profesional con su experiencia como madre, Galán constata, a diario, que los miedos de los padres "van cambiando en función de la edad" de sus hijos. "Cuando son bebés, les preocupa muchísimo el bienestar de sus niños, de ahí que se obsesionen con temas como la muerte súbita del lactante, la alimentación -ocho de cada diez consultas están centradas en este tema-, la ganancia de peso o las infecciones. A medida que van creciendo, entran en juego los problemas de conducta, las rabietas, cuestiones como establecer límites...", indica esta especialista, quien reconoce que uno de los principales problemas de los padres, hoy en día, es la sobreprotección: "En muy poco tiempo, se ha pasado de un extremo a otro. De un exceso de control a una crianza con muy pocos límites, y esto a su vez deriva en que a los padres, muchas veces, nos puedan los miedos". Confía, no obstante, en que "igual que se ha pasado, en poco tiempo, de un extremo a otro, se pueda alcanzar un equilibrio". Y apela al "sentido común", que también reivindica al hablar de la alimentación infantil.

"En los primeros tres años medimos hasta el último gramo de azúcar que entra en casa, leemos todas las etiquetas, todos los libros de alimentación del mundo, queremos hacerlo genial y lo hacemos muy bien. Y, de repente, a los 5 o 6 años nos relajamos y tenemos las tasas de sobrepeso y obesidad más altas de Europa. ¿Qué pasa ahí?", cuestiona.