Deportistas de toda Galicia, incluida Loly García -la atleta femenina con la licencia más longeva- rindieron ayer un sentido homenaje a la profesora zamorana Laura Luelmo, asesinada tras salir a hacer deporte, en un acto en su honor en el que exigieron algo tan simple como poder "correr sin miedo". Más de un centenar de mujeres y hombres se concentraron en el parque de Castrelos de Vigo, donde compartieron esta marcha conjunta para mostrar su calor con el caso de la joven víctima de una muerte violenta asesinada en Huelva.

"Además de rendir un homenaje a Laura, queremos dar voz a este miedo que hemos sentido en estos últimos tiempos todas las mujeres que hacemos deporte u otro tipo de cosas", destacó Andrea Gabián, la organizadora del acto, convocado bajo el lema Ni una más, ni una menos. Y, en respuesta a esta convocatoria, después de 52 años dedicada al mundo del atletismo y retirada ya de este deporte, Loly García, a sus 68 años, no quiso perderse la cita, de modo que como una más participó en esta carrera popular para "rendir un homenaje a Laura y denunciar este tipo de situaciones que viven hoy en día las mujeres". Loly no acudió sola, lo hizo con su marido, el exolímpico Javier Álvarez Salgado, y con su nieta, Ruth.

Este singular evento arrancó con una pequeña charla de Loly García, dirigida a todos los asistentes y en la que animó a todas las mujeres del mundo a seguir corriendo y practicando un deporte que "a mí me lo ha dado todo". García confesó que ella misma también sintió pánico en algunas ocasiones cuando iba sola por la calle, "sobre todo cuando era de noche".

"Queremos salir a correr para desconectar, no para pasar miedo, y queremos no estar pendientes de que nos pueda pasar algo. Hay que concienciar a la sociedad", señaló por su parte la organizadora de esta marcha, Andrea Gabián.

Por su parte, Bernardo Montoya, el asesino confeso de Laura Luelmo, ingresó en la madrugada de ayer en prisión comunicada y sin fianza por orden de la juez Elvira Mora, titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Valverde del Camino. Durante su traslado a prisión, pasadas las cuatro de la madrugada, Montoya se dirigió a las personas presentes a las puertas del juzgado y exclamó: "Pido disculpas a la familia. Lo siento". Una confesión que fue captada por los medios allí presentes y a la que varias de las personas presentes respondieron con insultos.

Montoya está siendo investigado por los delitos de asesinato, detención ilegal y agresión sexual. Durante el interrogatorio de la Guardia Civil confesó que había matado a Laura Luelmo, pero negó que hubiese consumado la violación. La autopsia de la joven corroboró que en realidad sí hubo agresión.