La diócesis de Astorga (León) es la primera dentro de la Iglesia católica española que constituye un órgano para atender a las víctimas de abusos sexuales. Con motivo de la constitución de este órgano, la diócesis de Astorga envió una carta a las víctimas en las que les informa del paso dado y que firma la delegada episcopal para la protección y acompañamiento de víctimas de abusos, la psicóloga María José Díez Alonso.

El obispo de Astorga, Juan Antonio Menéndez, preside la comisión creada por la Iglesia a finales del pasado año para la prevención y protección de los abusos sexuales a menores. La elección de Menéndez para este cargo levantó cierta polémica ya que tuvo en su diócesis, recientemente, un caso de un sacerdote al que se impusieron sanciones por abusos que fueron muy criticadas por las víctimas. El pasado 16 de septiembre, el Vaticano, a través de la Congregación de la Doctrina de la Fe, ordenó la suspensión en su ministerio durante diez años al sacerdote José Manuel Ramos Gordón de la Diócesis de Astorga, acusado de abusos sexuales cometidos hace 35 años en un colegio de Puebla de Sanabria (Zamora). El colectivo de víctimas de La Bañeza criticó el nombramiento de Menéndez, al que acusan de encubrir lo sucedido.