Las pintadas en la Catedral de Santiago han desatado una guerra entre Xunta y Concello de Santiago. El conselleiro de Cultura e Turismo, Román Rodríguez, tras visitar el templo, reclamó la instalación de "un sistema de cámaras de vigilancia" y recalcó que es competencia del ayuntamiento. En todo caso, aseguró que si el ente local "no asume o entiende que no es necesaria" esta vigilancia, pues será la Xunta la que asuma el coste de la cámaras "para que la Catedral esté protegida".

El alcalde de Santiago, Martiño Noriega, se molestó con Rodríguez por sus declaraciones que tildó de "desleales". El regidor afirmó que ni él ni la Catedral recibieron comunicación por parte del departamento de Cultura sobre la visita de su titular, lo que causó "malestar".