Cuando la Xunta tiene que asumir la tutela o la guardia de un menor debido a las dificultades que atraviesa su familia biológica „desde problemas de drogadicción, socioeconómicos o el desamparo de los niños„, un equipo multidisciplinar (psicólogos, abogados, pedagogos o trabajadores sociales, entre otros) diseñan un plan de trabajo con la familia de origen "con unos objetivos y plazos cuyo cumplimiento se evalúa periódicamente", indican en la Consellería de Política Social, ya que el objetivo es que los padres puedan reconducir su situación y volver a hacerse cargo de los pequeños. Durante el pasado año, la Xunta cerró nueve expedientes, lo que significa que estos niños volvieron junto a su familia biológica tras un periodo separados.

Desde Política Social reconocen que cada caso es tratado de forma "individual" y que aunque en 2018 solo nueve menores volvieron con sus familias, "puede haber expedientes de retorno en trámite" pero que no fueron cerrados en ese periodo.

La Xunta cuenta con programas de intervención familiar para favorecer el regreso del menor con sus padres biológicos, pero no siempre es posible. Solo el año pasado, desde la Administración se iniciaron los trámites para que 29 niños cuya guardia estaba en manos de la Xunta, siete de ellos de la provincia de A Coruña, entrasen en lista para ser adoptados. Se trata de la cifra más baja desde que Política Social publica los datos en la web, es decir, desde el año 2000.