El Defensor del Paciente ha enviado un escrito a la Fiscal Superior de Valencia, María Teresa Gisbert, en el que le solicita que investigue "los errores de bulto" que se hubieran podido producir en el caso de un bebé prematuro en el Hospital General de Castellón a quien, según el escrito, se le amputó una pierna hasta la rodilla y se le dio un fármaco caducado.

Adjunta una carta en la que los padres del bebé relatan su caso. Según explican, a las 23 semanas de gestación, la madre empezó a perder líquido amniótico e ingresó en el hostal. A las 25 semanas hubo que hacer cesárea de urgencia. El niño pesó menos de un kilo pero estaba bien, según los padres que recuerdan que a los 28 días empeoró en la incubadora y el personal estuvo "pinchándole en las femorales buscando una vía central". A partir de ahí, el niño empezó a tener mal la pierna hasta que hubo que amputársela. Los padres aseguran que el personal reconoció que no realizó bien los pinchazos.