Los médicos del hospital de Reims (Francia) reintegraron ayer la alimentación artificial de Vincent Lambert, el paciente en estado vegetativo al que se la habían retirado un día antes, en cumplimiento de una decisión judicial.

El Tribunal de Apelación de París ordenó en la noche del lunes que se volviera a alimentar al paciente para dar tiempo a que se pronuncie el Comité para los derechos de las personas con discapacidad de la ONU, al que habían recurrido los padres, contrarios a que se le deje morir. Era el último recurso que les quedaba a los progenitores, que vieron cómo doce horas después de que se retirara la alimentación del paciente, la Justicia volvía a darles un plazo suplementario.

Es la quinta vez que los jueces ordenan volver a alimentar a este paciente, convertido en un símbolo del final de vida en Francia. En estado vegetativo desde hace años, los médicos y su mujer apoyan desconectarlo, frente a los padres y sus hermanos.