Investigadores de la Universidade de Santiago (USC) y del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago han coordinado un estudio que ha permitido descubrir el mecanismo mediante el cual algunos medicamentos utilizados para el tratamiento de otras enfermedades disminuyen el peso corporal.

En concreto, según informaron ayer desde la entidad académica compostelana, se trata de la bromocriptina (aprobada para el tratamiento de la diabetes tipo 2 en Estados Unidos) y la cabergolina (utilizada para el tratamiento de prolactinomas).

Ambos medicamentos activan la vía de señalización de un neurotransmisor muy conocido, la dopamina. De este modo el estudio de los investigadores gallegos demuestra que la activación de un receptor de la dopamina en unas neuronas muy concretas del cerebro es capaz de activar un mecanismo que, finalmente, moviliza la grasa parda, con el aumento de pérdida de peso consecuente, aunque no se haya modificado la ingesta de alimentos por parte del paciente.

El resultado del trabajo, realizado principalmente en ratones, ha sido también corroborado con pacientes tratados con cabergolina, gracias a la colaboración de los doctores Gema Frühbeck y Javier Salvador, de la Clínica Universitaria de Navarra, según informaron ayer desde la Universidade de Santiago.

El estudio, que acaba de ser publicado por la revista Nature Metabolism, ha sido coordinado por el profesor de la universidad compostelana Rubén Nogueiras y por la doctora Luisa Seoane, del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago, directores de tesis en su momento de Cintia Folgueira, primer firmante del artículo que ahora acaba de ser publicado.

Además de ellos, en esta investigación sobre la capacidad de ciertos medicamentos para reducir el peso corporal han colaborado otros investigadores de la Universidade de Santiago así como médicos de la Clínica Universitaria de Navarra y científicos de Lille y Montpellier (Francia), Ginebra (Suiza), Utrecht (Holanda) y Cambridge (Reino Unido).