El brote de listeriosis sigue en aumento y ya son 150 los casos confirmados en seis comunidades „ la mayoría en Andalucía, pero también en Asturias, Extremadura, Madrid, Cataluña y Aragón„ a los que se suman otros 500 casos sospechosos, según los datos de Sanidad. Todos ellos por consumir carne mechada contaminada con la bacteria.

La mayoría de la carne contaminada fue distribuida en Andalucía, si bien la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) informó de la distribución del producto en otras comunidades: 225 kilos en Madrid, que a su vez redistribuyó pequeñas cantidades a Castilla-La Mancha, Castilla y León; diez kilos en Badajoz y una pequeña cantidad del producto en Adeje (Tenerife). La Junta de Andalucía ordenó ayer la paralización de la actividad y la retirada de todos los productos cárnicos que fabricaba Magrudis como medida de prevención.

El Gobierno andaluz, informó además de que, se "están muestreando otros productos diferentes" a la carne mechada también elaborados por la empresa y ha solicitado a la Delegación Territorial de Salud y Familias en Sevilla "que traslade al Ayuntamiento hispalense la necesidad de ampliar la alerta a todos estos productos". Cisneros desligó esta medida de la posible aparición de nuevos productos contaminados y ha sostenido que la acumulación de listeria solo se ha detectado en la carne, cuya producción se paralizó el pasado día 15.

Sin embargo, Facua-Cosumidores en Acción ha asegurado que algunos usuarios han denunciado que presentan síntomas, a pesar de que no comieron la carne contaminada, pero sí que adquirieron otros productos al corte en establecimientos donde la vendían. De esta forma, se pudo producir una "contaminación cruzada", según la asociación, que ha pedido la dimisión del consejero de Salud andaluz, Jesús Aguirre, por la "sucesión de falsedades y medias verdades" de su gestión de la crisis.

La gestión de la Junta de Andalucía a la hora de detectar el brote y dar la alarma sanitaria también fue puesta ayer en entredicho desde algunos sectores después de que el Gobierno autonómico reconociese que se tardó varios días en detectar el problema. El consejero de salud andaluz, Jesús Aguirre admitió ayer que a lo mejor "hubo dos o tres días de desfase" en la detección del origen de la contaminación por listeriosis, pero aseguró que comparado con brotes ocurridos en otros lugares ha sido la actuación "más rápida". Aguirre indicó que la Junta sabía que algo estaba pasando a principios de agosto porque existe una cifra de listeria endémica cuya media estadística de 2003-2018 es de seis a 22 casos anuales. Pero "de pronto vemos un repunte importante los últimos días de julio y principios de agosto, luego algo ha pasado, pero hasta que no ha habido un brote familiar la encuesta epidemiológica que nos llevó hacia dos o tres productos, estos no se mandaron a analizar", recalcó y añadió que a la Junta le llegó una información telefónica de un producto como posible contaminante „una empresa de Málaga„ pero, tras la inspección, se comprobó que "era imposible" que se tratara de ese caso. Posteriormente se verificó que era otro, la carne de La Mechá, por lo que el pasado día 14 se inmovilizó toda esa carne. "Automáticamente se decretó la alerta y se abrieron los protocolos tanto a nivel de Atención Primaria como hospitalaria", subrayó.

La ministra de Sanidad en funciones, María Luisa Carcedo, reconocía ayer también que "evidentemente ha fallado algún procedimiento de los establecidos" para evitar que se produzca una enfermedad como esta y garantizar la protección de los consumidores y destacó que Junta de Andalucía tendrá que llevar a cabo las inspecciones e indagaciones necesarias para conocer "exactamente dónde se ha producido el fallo", ya que las comunidades autónomas tienen la responsabilidad directa de inspección y vigilancia epidemiológica.