El Ayuntamiento de Ponteceso (A Coruña) aconsejó ayer al vecindario de Corme que, por precaución, no consuma agua de la traída después de que al menos una treintena de personas hayan sufrido un brote de gastroenteritis. El Consistorio informó a primera hora de la mañana de ayer, a través de un comunicado, de que a partir de las cinco de la tarde se iba a abastecer de agua embotellada a la población. Ante esta situación, el gobierno municipal ordenó de forma preventiva la realización de una nueva analítica y la publicación de las anteriores. Asimismo, trabaja en coordinación con el Servizo de Sanidade Ambiental de la Xunta para tratar de determinar la causa del episodio y, ante la posibilidad de que se trate de una intoxicación por norvirus, se aconsejó no consumir el agua de la red de abastecimiento.

Por su parte, la gerencia del área sanitaria de A Coruña comunicó que está realizando un seguimiento de esta "situación excepcional". "En función de este seguimiento, se tomarán las medidas oportunas para mantener la correcta asistencia sanitaria", señalaron desde la gerencia. Además, el Sergas informó a última hora de la tarde de ayer de que reforzará el PAC de la localidad durante el brote, tal y como había reclamado el alcalde, Xosé Lois García Carballido.