Mientras sus "yos" del futuro denuncian sobrecarga y saturación en las consultas de Atención Primaria, hasta el punto de suscitar una reordenación del modelo en Galicia, los estudiantes que se preparan en Santiago para ser médicos y reemplazar a los contingentes que se jubilan en los próximos años también acusan la "ansiedad" debido a los estudios y la mitad admite haber valorado el abandono de la carrera por "agotamiento". Por ahora han decidido decir "basta" y han convocado un paro indefinido "hasta" tener "respuestas y soluciones" a los problemas derivados de la docencia y organización de la facultad de Medicina de Santiago.

Problemas como "la abusiva carga horaria", clases que se solapan, prácticas que coinciden con exámenes oficiales, carentes de utilidad o en número "insuficiente", "cambios de los criterios de evaluación durante el curso", incumplimiento de plazos de entrega de notas, "actitudes vejatorias de tutores clínicos" hacia el alumnado, ausencia de facilidades para el desplazamiento a los centros médicos en las prácticas de 5º, injusta ponderación en requisitos para aprobar ciertas materias, en las que un 7 de exigencia se convertiría en un 5, jornadas de hasta once horas lectivas... son algunos de los argumentos que, según la organización estudiantil Asamblea Aberta de Medicina, están tras unas protestas que ayer se estrenaban con aulas vacías, según los organizadores, y un encierro nocturno. Todo un "éxito", según los portavoces de los estudiantes, sobre todo en una facultad "difícil de movilizar" por la cantidad de trabajo que tienen que afrontar los matriculados, alegan.

El decanato les da la razón, o al menos en parte y proclamaba ayer: "Estamos en el mismo barco". Julián Álvarez, en el cargo, reconocía que parte de los problemas denunciados por los estudiantes existen y que "hay cosas en las que tienen razón", mostrándose dispuesto a "buscar soluciones". "Hay una presencialidad excesiva, ciertos problemas de absentismo de profesores por problemas de coordinación, hay aulas que no están excesivamente bien mantenidas, nos gustaría tener más recursos para mejorar la docencia", concedió a Europa Press.

El decano apuntaba que las dificultades vienen heredadas de otros años y que su departamento tiene "pocas competencias". Avanzaba que sería "muy difícil" de abordar ciertas peticiones, sobre todo en una facultad tan "sobrecargada", y advertía de que la administración "va mucho más lenta" que las necesidades de los estudiantes.

Medicina, que recibe 360 alumnos nuevos por curso, es una de las joyas de la corona del sistema universitario gallego. La inserción de sus egresados tres años después de finalizar sus estudios es del 100%, según la Acsug. Pero no es fácil acceder: el último matriculado en 1º este curso lo hizo con un 12,442, la nota más alta de la ABAU de junio en Galicia no vinculada a un doble grado.

La protesta de estos jóvenes estudiantes, enmarcada en eslóganes como Loitamos hoxe pola sanidade de mañá, incluía también ayer un encuentro con el decanato que se extendió durante varias horas. Al cierre de esta edición estaba convocada una asamblea general.