"Es un choque emocional y físico. Ya solo te importa que viva, que respire"

Con la pequeña Adriana, de 6 años, en brazos, Bárbara Álvarez recordaba ayer cómo fue su inesperado nacimiento, en la semana 25 de embarazo y con un peso que no llegaba ni a los 800 gramos. "Cuando esperas un hijo siempre deseas que llegue sano, después quieres saber si será niña o niño y crees que tienes nueve meses para prepararte. Cuando en la semana 25 acudí con un sangrado al hospital y me dijeron que tenía que ingresar para el parto fue un choque emocional y físico. Es una situación dura y traumática", explicaba ayer esta madre, quien reconocía que la vida te da un giro de 180 grados. "Ya no te importa el color de la habitación ni otros detalles. Solo quieres que nazca viva, en mi caso había un 30% de posibilidades, y después que pueda respirar, alimentarse", recuerda esta madre que ayer posaba radiante con la pequeña en la presentación del libro-glosario Pequeños héroes.