La compañía aérea Ryanair impedirá volar a una pasajera valenciana con su silla de ruedas el próximo 9 de diciembre. Así lo ha denunciado en redes sociales Belén Hueso, una vecina de Alboraia que tenía pensado pasar el puente de diciembre en Sevilla y regresar en un vuelo de la compañía irlandesa, pero que se ha visto sorprendida por la negativa de la empresa para aceptar su silla de ruedas, elemento indispensable para la movilidad de Hueso.
La afectada viajará hasta la capital hispalense en AVE, pero para su regreso a València había comprado dos billetes con Ryanair. En el registro que deben efectuar las personas con diversidad funcional que necesitan asistencia o facturar la silla de ruedas, Hueso cumplimentó la documentación pero la aerolínea rechazó de forma posterior el traslado de su silla eléctrica "porque aseguran que no cabe en la bodega del avión", explica Hueso.
La compañía informa en su web que "se permite a los clientes viajar con su propia silla de ruedas eléctrica/scooter de movilidad" y recomienda informar del tamaño y peso de la silla con antelación, algo que la afectada hizo. Ryanair limita a dos sillas por vuelo la capacidad de sus aviones. Además, alegan que "razones de seguridad" para aceptar únicamente las sillas "que contengan baterías secas, de gel o de iones de litio", como es el caso de la valenciana.
Sin embargo, en las explicaciones que esta valenciana y su familia han conseguido por parte de la compañía a través del chat de atención al cliente, la aerolínea de bajo coste alega que "la silla es demasiado alta y no cabe" en la bodega del avión, explica Hueso al tiempo que muestra su sorpresa porque "nunca me habían dicho algo así".
La compañía indica en su web que las dimensiones de las sillas de ruedas "plegadas no deben exceder 81 cm(alto), 119 cm (ancho) y 119 cm (largo)". Sin embargo, el modelo de silla que utiliza Hueso no permite que se pliegue y tiene unas dimensiones de 102 centímetros de alto.
Según relata esta valenciana, desde la aerolínea le propusieron "viajar con una silla manual y plegable" pero Belén Hueso está afectada por la Ataxia de Friedreich, una enfermedad rara neurodegenerativa que le impide hacer uso de un vehículo de propulsión manual, por lo que la alternativa que le propuso la compañía no era válida.
Te pasa esto, se entera @casero_h (@levante_emv) y lo cuenta. A los 50 minutos llama Ryanair y me dice que me devuelve el dinero.
— Belén Hueso (@belen_hueso) December 3, 2019
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