Los fallecidos en Italia por coronavirus alcanzaron ayer los 10.779, lo que supone 756 muertes en las últimas 24 horas, 82 menos que España, que ayer sumó 838 a su lista de fallecimientos. El país transalpino registró un pequeño aumento de los contagiados y una caída importante en la cifra de decesos, ya que en la jornada anterior habían sido 133. La preocupación se traslada ahora al sur del estado, donde el impacto económico puede ser más grave y terreno fértil para las mafias.

El número total de personas infectadas a lo largo de la jornada de ayer fue de 73.880 y se registraron 3.851 más que el sábado, mientras que el pasado día 27 el aumento había sido de 3.651 enfermos más y en total se ha llegado a los 97.689 contagiados desde el pasado 20 de febrero cuando se detectó el primer caso.

Según los datos oficiales, resultaron curadas 13.030 personas, 643 en el último día, informó el jefe de la Protección Civil italiana, Angelo Borrelli, en su rueda de prensa diaria.

El dato de los contagios demuestra que la tendencia no baja, pero se mantiene estable y mucho depende del número de pruebas que se han realizado.

Mejoría en Lombardía

Mejora la situación en Lombardía, la región italiana más afectada por la crisis del Covid-19, que ayer registró 416 fallecidos y son 6.360 en total, y se trata de 126 muertes menos respecto al sábado.

Además los casos de contagio fueron 1.592 respecto a los 2.100 de ayer y se alcanzan los 41.007, según explicó el consejero de Sanidad de la región, Giulio Gallera, quien explicó que las medidas de confinamiento están funcionando, pero no hay que relajarse y hay que seguir cumpliendo las normas.

Pero además las hospitalizaciones en cuidados intensivos han sido solo 9 y se han dado de alta a 9.145 personas.