El Ministerio de Educación y las comunidades autónomas decidirán el próximo miércoles cómo poner fin al vigente curso escolar, afectado por la interrupción de las clases como consecuencia de la pandemia de coronavirus. Como preámbulo a esa cita donde se escribirá el futuro más inmediato de cerca de ocho millones de estudiantes de todo el país, el Consejo Escolar del Estado, máximo órgano consultivo en materia de educación del Gobierno, formuló esta semana sus propuestas de actuación. Entre otras medidas, descarta el "aprobado general" y plantea que los alumnos que no estén preparados para pasar de curso, si así lo considera el claustro en cuestión, puedan repetir.

El organismo, cuyos informes no son de obligado cumplimiento para Educación, rechaza, además, una de las peticiones realizadas por sindicatos de estudiantes, que solicitaban la cancelación de los exámenes a partir de ahora y que todos los alumnos pasen de curso debido a la situación provocada por el Covid-19, una medida similar a la tomada por Italia, que ya se despidió del curso hasta el mes de septiembre. Y no solo eso: el Consejo Escolar propone que las actividades realizadas en casa durante este periodo de confinamiento sí sean evaluables teniendo en cuenta, eso sí, a las familias que no tengan los medios tecnológicos necesarios. Aconseja, por ello, realizar un seguimiento personalizado para valorar el trabajo de cada alumno. "Lo fundamental es que los estudiantes puedan seguir trabajando. Se trata, eso si, de que la evaluación se ajuste a los aprendizajes que se consideran fundamentales", argumentó el presidente del Consejo Escolar, José Enrique Roca.

"Estamos totalmente en contra de que se evalúen las actividades realizadas por el alumnado en casa durante el confinamiento", asegura, tajante, la presidenta de la Federación Provincial de Asociacións de Nais e Pais (ANPA) de colegios públicos de A Coruña, Dolores Blanco. "Tenemos claro que la posibilidad telemática no funciona. Evaluar esos contenidos sería una desigualdad enorme, atentaría contra la igualdad de trato y la no discriminación de los alumnos. El curso debería cerrarse a fecha de 13 de marzo, que fue el primer día que se dejó de ir a clase, y tener en cuenta, únicamente lo realizado hasta ese momento", añade.

Blanco recuerda que la Confederación Galega de ANPA de centros públicos (Confapa) realizó una encuesta para conocer la opinión de las familias sobre cómo debe finalizar el actual curso escolar, y que ese sondeo, remitido esta misma semana a la Consellería de Educación, reveló que "entre el 60 y el 70%" del alumnado no tienen acceso a internet. "Entendiendo como tal no el hecho de disponer de un teléfono móvil, pues seamos realistas, estos dispositivos no facilitan que te puedan dar una clase", subraya la presidenta de las ANPA de colegios públicos coruñeses, quien especifica que sí hay una "franja grande" de estudiantes con acceso a internet, pero "la mayoría tiene pocos megas o una conexión deficiente porque, por ejemplo, viven en el rural". " Y no es solo la brecha digital. Hay que tener en cuenta, también, que muchos padres están teletrabajando, y que no todas las viviendas cuentan con varios ordenadores", destaca.

Por todo ello, la presidenta de las ANPA de colegios públicos coruñeses considera que la solución "más razonable y más justa" es que se evalúen solo los contenidos aprendidos hasta que se suspendieron las clases". "Si tenemos que esperar al curso que viene para que nuestros hijos reciban una enseñanza de calidad, pues esperemos. Y si después de las vacaciones hay que empezar las clases un poco antes, pues tampoco pasa nada", concluye.

En términos similares se manifiesta el presidente del sindicato de profesores ANPE Galicia, Julio Díaz. "Ya se evaluaron los dos primeros trimestres, que fue el periodo que los alumnos estuvieron recibiendo clase en los centros. Consideramos que en el tercero no se va a avanzar en contenidos, y que tampoco se debe hacer porque no todos los niños tienen las mismas oportunidades. Por tanto, entendemos que el curso se debe acabar ahí", apunta "Otra cosa es que hayamos terminado el periodo de contacto con los estudiantes „continúa Díaz„. La teleformación y las aulas virtuales, hasta donde se pueda, tienen que continuar funcionando, pero con los contenidos que ya se habían dado, a modo de repaso. Y no pasa nada porque los niños tengan una parte del currículo sin ver. Cuando se retomen las clases, empezaremos en otra parte totalmente distinta, y si se tarda un curso o dos en recuperar ese contenido, tampoco pasa nada", reitera.