El Covid-19 no desaparecerá con la llegada del buen tiempo. Aunque con el inicio de la pandemia algunas voces apuntaban a que un incremento de las temperaturas podría poner freno al virus, cada vez hay más evidencias de que la batalla será más larga. El Ministerio de Sanidad trabaja en un escenario en el que lo más "probable" es que durante la época estival el virus se seguirá transmitiendo, "aunque con menor intensidad".

Así lo asegura en el último informe científico-técnico sobre la pandemia, elaborado por el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, en el que cuestiona que el Covid-19 tenga un patrón estacional como ocurre con otros virus como la gripe o los coronavirus causantes de los catarros comunes.

La pervivencia del virus durante los meses de más calor va cobrando cada vez más fuerza. El más optimista había sido el presidente de EEUU, Donald Trump, que el pasado mes de febrero llegó a decir que el Covid-19 desaparecería en abril con la llegada del calor. Se equivocó.

Los epidemiólogos de la OMS y de los centros de control de enfermedades de Europa y EE.UU advierten que hay que ser cautos. Al tratarse de un virus nuevo "aún no sabemos cuál será su comportamiento en diferentes situaciones climáticas", había advertido Michael Ryan, director ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS. Con lo que se sabe hasta ahora, "es una falsa esperanza decir que el virus desaparecerá" cuando llegue el buen tiempo, declaró.

El Ministerio de Sanidad se hace eco de una investigación china realizada en más de 100 ciudades en la que se comprobó que a más temperatura y más humedad menos contagios. Investigadores de Estados Unidos e Irán han observado una expansión geográfica mundial del virus en países con un patrón climático similar (entre 5 y 11 grados de temperatura y 47-79 por ciento de humedad). Sin embargo, el Covid-19 también ha afectado a países con climas cálidos como la India, aunque con un impacto menor.

Por esta razón, aunque se frene la propagación del Covid-19 con la llegada del calor, el Ministerio de Sanidad avisa que "hay que tener en cuenta el resto de factores que influyen en la transmisión en el curso de esta epidemia como es la alta susceptibilidad a la infección de la población en su conjunto y la relajación de las medidas de distanciamiento social con la llegada del verano". De ahí, que la ministra de Industria, Reyes Maroto, haya advertido que hasta en la playa tendremos que mantener las distancias de seguridad.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, también desaconsejó reservar vacaciones en verano. "Nadie puede hacer pronósticos fiables para julio y agosto", sentenció.

Es cierto que el virus de la gripe común es estacional. ¿Cuál es la causa? Hay tesis que apuntan a que se propaga mejor en condiciones de poca humedad y baja temperatura. Otra teoría es que la radiación solar ultravioleta daña los virus, de manera que resisten menos tiempo al aire libre en verano. Una tercera posibilidad es que en invierno los ciudadanos pasan más tiempo en lugares cerrados que favorecen los contagios.

Pero no todos los virus tienen este comportamiento estacional. El Covid-19 no sería el primero que sobrevive en verano. La pandemia de gripe A del año 2009 se inició en primavera y se mantuvo en verano. El coronavirus del MERS, que causa neumonías, tampoco tiene una estacionalidad clara.

El informe científico de Sanidad analiza también las probabilidades de contagio de personas asintomáticas. Aunque se llegó a barajar que si no hay síntomas se reduce la posibilidad de transmisión del virus, el documento del ministerio defiende que la carga viral en casos asintomáticos es similar a la de aquellos enfermos con síntomas. Eso sí, la posibilidad de contagio en casos asintomáticos o leves es alta solo en la primera semana, mientras que los enfermos más graves pueden transmitir el virus hasta 37 días después.