Por si había alguna duda de la relación entre el tráfico y la mala calidad del aire, el confinamiento le ha puesto en bandeja a los científicos el experimento perfecto. La concentración de dióxido de nitrógeno (NO2) generado por las combustiones se redujo en algunas ciudades gallegas en la segunda quincena de marzo hasta un 76% con respecto a la primera quincena, en la que hubo actividad normal salvo los dos últimos días, ya en estado de alarma.

Este es uno de los datos más llamativos del estudio realizado por la Consellería de Medio Ambiente y MeteoGalicia a partir de los datos recogidos por la red de estaciones de calidad del aire existentes en Galicia.

El análisis realizado arroja una conclusión previsible, que la calidad del aire mejoró significativamente gracias al descenso del tráfico. Este descenso también se ha observado en las partículas en suspensión de origen antropogénica PM10 en todas las estaciones de la geografía gallega, especialmente a partir del 27 de marzo, cuando cesó el episodio de polvo sahariano (de origen natural) que se registró en la comunidad. Los niveles de NO2 en todas las ciudades gallegas en los festivos de abril caen hasta el mínimo registrado hasta el momento. La conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, señaló que, si bien la calidad del aire en zonas urbanas y rurales de Galicia "es buena", las limitaciones de movilidad y, por lo tanto de tráfico, hicieron que la calidad del aire "sea mejor". En este sentido, argumentó que la situación "debe invitar a la sociedad a apostar por una movilidad más sostenible, abandonando el uso individual de los vehículos y apostando por el transporte público".