Los casos de pacientes más graves, que precisan ingresar en la UCI, se redujeron ayer a la mitad en el área sanitaria de A Coruña en solo 24 horas. Los cuatro pacientes críticos suponen la cifra más baja desde mediados de marzo, cuando la pandemia todavía estaba arrancando en el área y se sitúan lejos del pico de 53 que llegó a registrarse a principios de abril. Un día más además bajó el número de hospitalizados: de los 65 del martes a 58, en parte por las 37 altas que se dieron ayer aunque el dato puede ser engañoso ya que el Sergas computa ahí tanto a quienes se van para casa tras superar la enfermedad como a quienes dan negativo pero deben seguir hospitalizados.

El área sanitaria coruñesa también continúa a la baja en cuanto a número de casos activos: 658, la segunda más alta en número absolutos tras Vigo (781). En el resto, según el balance de ayer del Sergas, hay 166 casos en Lugo, 462 en Ourense, 160 en Pontevedra, 455 en Santiago y 126 en Ferrol. Del total de afectados, solo treinta permanecen en Unidades de Cuidados Intensivos y ya hay más de 6.000 curados desde el inicio de la pandemia. En el lado opuesto, las víctimas mortales que ayer subieron a 585 al registrarse cuatro nuevas muertes: tres en hospitales y una en una residencia.

Por otra parte, ayer recibieron el alta 94 usuarios de residencias de mayores, lo que eleva a 596 el número de personas curadas residentes de estos centros, según los últimos datos de la Consellería de Sanidade. A pesar de ello, hay que tener en cuenta que otros 265 ancianos relacionados con estos centros han fallecido desde el inicio de la pandemia, lo que supone que el 45,5% de los fallecidos con Covid-19 en Galicia procedían de estos centros. En el caso de A Coruña y su comarca, la cifra de afectados entre usuarios y trabajadores era ayer de 222, según el balance de la Xunta.