El área sanitaria de A Coruña y Cee alcanzó los 266 ingresados por coronavirus en el peor momento de la pandemia. Las unidades de críticos llegaron a albergar a casi 60 enfermos con Covid. ¿Temió en algún momento que los servicios pudiesen llegar a colapsar?

Ni yo como gestor, ni los profesionales sanitarios como clínicos, nos habíamos enfrentado a algo similar. Estuvimos preocupados sí, y temerosos por cómo iban a ir las cosas. Pero desde que empezamos a actuar y a reorganizarnos, siempre nos fijamos como objetivo ir un paso por delante de las necesidades. A los compañeros del comité clínico que constituimos al inicio de la pandemia -integrado por muchos profesionales de diferentes servicios y de la gerencia-, siempre les he dicho que debíamos tener una unidad vacía, por si acaso. Un espacio que supiésemos que no nos iba a hacer falta. Esto nos fue dando seguridad, hasta el punto de que a las dos o tres semanas ya teníamos una cierta sensación de manejo de la situación.

¿Adelantarse a los acontecimientos es su máxima, también, de cara a la vuelta a la normalidad asistencial?

Lo que pretendemos ahora es hacer todo lo que se pueda, pero siendo muy cautos, con las máximas medidas de seguridad y con esa tranquilidad que nos da el saber que estamos preparados para responder en caso de que las cosas no vayan como esperamos y como parecen indicar que irán los datos epidemiológicos.

¿Con qué imagen se quedaría de los últimos tres meses?

Estos meses han dejado muchas imágenes imborrables, sería muy difícil resumirlos en una sola. Me impresionaron la entrega y la magnífica actitud de los profesionales. Cuando subí a la UCI a visitar a nuestro primer paciente ingresado, y pude ver las medidas que estaban adoptando los compañeros -cómo se preparaban para ocupar espacios, sabiendo que finalmente no todos los pacientes iban a poder estar en un box de aislamiento y, que por tanto, ellos también se encontraban en cierta situación de riesgo-, me sobrecogió. También me impactaron la dedicación del personal de las plantas de hospitalización y de Urgencias, y la disponibilidad de los compañeros de Atención Primaria, tratando de resolver los problemas de los pacientes con Covid pese a las dificultades, porque no es lo mismo atenderlos de manera presencial que por vía telefónica. Siempre dispuestos a hacer algo más. De hecho, muchos profesionales de los centros de salud fueron a prestar asistencia a las residencias de mayores. Y me llamó muchísimo la atención también la actitud del conjunto de la sociedad. Muchas personas a título individual, y también muchas empresas, nos han prestado su ayuda estas semanas. A todos ellos, nuestro más sincero agradecimiento.