Con la vista puesta en lo que ocurría en centros de otras comunidades, el temor a lo que podía suceder hizo mella en trabajadores de residencias como Reyes Montero, auxiliar de enfermería en el centro Torrente Ballester de A Coruña. Aunque este centro de titularidad pública no tuvo contagios entre usuarios, las primeras semanas "tenía mucho miedo, ansiedad e incluso problemas de insomnio porque no sabías lo que se no podía venir encima", sostiene para asegurar que extremaba las precauciones dentro y fuera del trabajo "pero no por mí, nunca pensaba en contagiarme yo sino en los usuarios de la residencia y mis hijos".

También recuerda como "estresante y con miedo" las primeras semanas de pandemia la ordenanza del centro, Lina Fernández, quien reconoce que se centró en ir del trabajo a casa para evitar el contagio. "Era la única de casa que salía del confinamiento y no iba ni al súper, ni en autobús", sostiene esta trabajadora también en primera línea ya que "recogemos los paquetes para los residentes, atendemos cualquier duda o necesidad que tengan y hasta que se cerró el centro también las visitas".

Precisamente reconoce que las familias llamaban "muy asustadas". "Preguntaban siempre si teníamos casos, si podían hablar con su familiar y cuando les explicábamos como estaba todo o hablaban con él ya se tranquilizaban", indica.

La clave para no haber tenido casos, "el habernos adelantado en las medidas de seguridad y también algo de suerte", sostiene Montero, quien explica cómo sea activaron una serie de protocolos de modo que los trabajadores se repartieron en varios turnos que no coincidían nunca por si había casos en alguno de ellos, los usuarios acudían por turnos al comedor, si alguien tenía que salir al hospital pasaba a aislamiento directamente a su regreso y los EPI pasaron a formar parte del uniforme diario para ciertos procesos. ¿Qué sacan de positivo de esta crisis? "Aprendimos otras técnicas de trabajo y estuvimos más unidos", dice Montero. "Ahora tenemos más unión con los residentes que son superagradecidos con el personal", añade Lina.