Las autoridades chinas han impuesto el confinamiento a los aproximadamente 400.000 residentes del condado de Anxin, provincia de Hebei, al sur de Pekín, para atajar los contagios de coronavirus relacionados con el brote surgido en el mercado mayorista de Pekín -Xinfadi- el pasado 11 de junio.

La drástica medida anunciada el sábado fue impuesta con efecto inmediato después de detectarse 18 casos de coronavirus, todos ellos vinculados al brote del mercado pequinés.

Las autoridades responsables de la gestión del coronavirus advirtieron de que se trata de una situación "extremadamente grave" por lo que han justificado estas restricciones para evitar contagios a otras regiones y dentro del propio condado.