El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, admitió ayer que no se vislumbra en un "futuro previsible" el retorno a la vieja normalidad, y aseguró que la actual pandemia podría ser "peor" si los Gobiernos y la población mundial no siguen los principios básicos de salud pública: lavado de manos, distanciamiento físico, uso de la mascarilla, taparse al toser y quedarse en casa si se está enfermo o con síntomas.

"No hay atajos para salir de esta pandemia", indicó ayer en Ginebra y abogó por que "cada líder, cada gobierno y cada persona hagan su parte para romper las cadenas de transmisión y poner fin al sufrimiento colectivo". "No digo que sea fácil; claramente no lo es", indicó en su comparecencia, pero aseguró que para conseguirlo hay una hoja de ruta hacia una situación en la que se"puede ayudar a controlar la enfermedad y continuar con nuestras vidas". Esta hoja de ruta se basa en reducir la mortalidad y suprimir la transmisión; en una comunidad empoderada y comprometida que toma medidas de comportamiento individual en interés de los demás; y en un liderazgo gubernamental fuerte y la coordinación de estrategias integrales que se comuniquen de manera clara y consistente.

"Se puede hacer. Debe hacerse. Lo he dicho antes y lo seguiré diciendo. No importa dónde se encuentre un país en su curva epidémica, nunca es demasiado tarde para tomar medidas decisivas. Implemente los conceptos básicos y trabaje con los líderes de la comunidad y todas las partes interesadas para entregar mensajes claros de salud pública", recomendó.