La Sociedad Española de Neurología (SEN) recomienda que se realice una estrecha vigilancia neurológica en los pacientes afectados por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2. El objetivo sería "reconocer de forma precoz posibles complicaciones en el sistema nervioso", señala dicha organización. El consejo tiene fundamente científico. Según los datos obtenidos del registro Albacovid, el 57,4% de los pacientes hospitalizados por Covid-19 desarrolló algún síntoma neurológico.

Estos datos acaban de ser publicados en la revista Neurology y fueron obtenidos porque la SEN está realizando un registro de pacientes Covid-19 desde el inicio de la pandemia. El estudio continúa. No obstante, los especialistas españoles han observado que "las manifestaciones neurológicas más frecuentes son: síndrome confusional o encefalopatía leve-moderada, ictus, pérdida o reducción parcial del sentido del olfato, cefaleas y epilepsia". Con carácter menos frecuente, los facultativos han localizado casos de encefalopatía grave o coma, encefalitis, polirradiculoneuropatías, trastornos del movimiento, parálisis facial o parálisis de nervios oculomotores.

¿Se deben todos síntomas a la acción del nuevo coronavirus? En un escrito de la Sociedad de Neurología, indican la opinión del doctor José Miguel Lainez: "Mientras que algunos síntomas inespecíficos como el dolor de cabeza o los mareos pueden estar asociados directamente con la infección por el virus, creemos que algunas complicaciones neurológicas, sobre todo las más graves, se producen como consecuencia de la hiperactivación del sistema inmune, la conocida como 'tormenta de citoquinas".

Los síntomas neurológicos, además, fueron la causa de fallecimiento del 4 por ciento de los muertos por Covid-19. Además, casi un 20% de las personas hospitalizadas debido al coronavirus sufrieron algún trastorno de la conciencia (19,6%), aunque principalmente este síntoma estuvo presente en pacientes de edad avanzada y con Covid-19 de carácter grave y avanzado.

Tomás Segura, uno de los responsables del Albacovid, añade que "en nuestro estudio también se constata que la obesidad es un factor de riesgo de gravedad por encima del resto, posiblemente porque el paciente con obesidad tiene menor capacidad ventilatoria y, por otra parte, una mayor facilidad para responder con una respuesta inmunitaria excesiva".