Apremiado por asociaciones científicas y colegios profesionales sanitarios, el Gobierno dio ayer el golpe de timón que se le reclamaba para intentar frenar la preocupante deriva de la pandemia de coronavirus en España. Por primera vez en la historia, el Ejecutivo ha aprobado con las comunidades autónomas medidas de salud pública. Serán "de automático cumplimiento", según el ministro de Sanidad, Salvador Illa, por lo que no requieren de ratificación judicial. La más importante es el cerrojazo al ocio nocturno: cierran las discotecas, salas de baile y bares de copas en toda España, pero hay otras que afectan a la hostelería, a las residencias y a las reuniones familiares. Todos ellos, ámbitos que se consideran principales focos de una cifra de contagios que ronda los 3.000 diarios.

Además, solo se podrá fumar en la calle cuando pueda garantizarse el mantenimiento de una distancia con otras personas de, al menos, 2 metros. De esta forma se extiende a toda España la medida puesta en vigor el jueves por la Xunta y posteriormente por el Gobierno de Canarias. En la comarca de A Coruña varias de las medidas ya están en vigor, aprobadas por la Xunta para contener el avance del virus.

"Hemos decidido adoptar por primera vez en democracia actuaciones coordinadas en materia de salud pública en beneficio de todas las Comunidades Autónomas de España. Estas medidas han sido adoptadas por unanimidad", destacó Illa, que desgranó 11 medidas de obligado cumplimiento que afectan a 7 ámbitos. Sanidad argumenta que el ocio nocturno es actualmente el origen de los brotes epidémicos con mayor número de casos asociados, una media de 31, y además dichos brotes son el origen de una gran parte de la transmisión comunitaria actual y de casos en varias comunidades autónomas.

Además del cierre de discotecas, salas de baile y bares de copas en toda España, los bares y restaurantes cerrarán a la 1 de la madrugada y no podrán aceptar nuevos clientes a partir de las 12 de la noche. En restauración se impone una distancia en barra y entre mesas de 1.5 metros, y un máximo de 10 personas por mesa o agrupación de mesas.

En cuanto a los centros sociosanitarios, se realizarán pruebas PCR a todos los nuevos ingresos con 72 horas de antelación como máximo; a los nuevos trabajadores y a los que se reincorporen tras un periodo fuera de su trabajo -por vacaciones o permisos, por ejemplo-. Esta era una de las reclamaciones del sector de las residencias de mayores. No se habían hecho test PCR a los miembros del personal contratado para sustituciones este verano, en un momento en el que los centros se habían esforzado por dar vacaciones porque eran más necesarias que nunca. En el caso de Galicia, el protocolo lo establecía cada área sanitaria. Por ejemplo, en A Coruña no eran obligatorias las PCR, pero en el área de Vigo sí. Por tanto, esta norma unifica criterios no solo entre autonomías, sino dentro de las propias comunidades.

Las visitas a los centros sociosanitarios se limitan a una persona y una hora al día. Se restringen también al máximo las salidas de los residentes.

Otro de los ámbitos de actuación son los eventos multitudinarios. Se deberá realizar una evaluación del riesgo por parte de la autoridad sanitaria. En función de esta evaluación, cada evento deberá contar con la autorización de la comunidad autónoma.

El documento aprobado por el Consejo Interterritorial del SNS recoge, por otro lado, que en caso de brote se realizarán cribados con PCR en aquellas poblaciones de riesgo y potencialmente expuestas, como residentes en centros sociosanitarios, barrios con transmisión comunitaria, centros educativos, bloques de viviendas afectadas y colectivos vulnerables. Las medidas incluyen también la prohibición total del botellón y se completan con recomendaciones: limitar los encuentros sociales a grupos de convivencia estable y a un máximo de 10 personas, y establecer un cribado por PCR en las residencias de forma periódica. Salvador Illa, que insistió en que el Gobierno no se plantea volver al mando único - "no estamos contemplando esto en este momento", aseguró-, agradeció a los mayores su disciplina, la misma que pidió encarecidamente a los jóvenes.