Una mujer de 37 años falleció ayer en la localidad segoviana de La Granja tras ser apuñalada supuestamente por su expareja, un hombre de 42 años que posteriormente se autolesionó de gravedad con la misma arma blanca. La Guardia Civil investiga lo ocurrido como un posible caso de violencia machista.

Sobre las nueve y cuarto de la mañana, varios vecinos llamaron al Servicio de Emergencias 112 de Castilla y León para avisar del suceso, que había comenzado con una discusión de la pareja en plena calle, cerca de la Puerta Segovia, en el centro histórico de La Granja.

Los vecinos relataron que, en medio de esta pelea, el hombre usó un arma blanca para asestar varias puñaladas a su víctima, quien quedó tendida en el suelo. Los servicios de emergencias trasladaron entonces el aviso a la Guardia Civil y a Emergencias Sanitarias-Sacyl, que movilizó una UVI móvil y una ambulancia de soporte vital básico.

Ya en el lugar de los hechos, sanitarios de Atención Primaria del Centro de Salud del Real Sitio de San Ildefonso intentaron reanimar a la mujer, pero acabaron por confirmar su fallecimiento.

El supuesto agresor también fue atendido y, en este caso, trasladado en UVI móvil al Hospital General de Segovia, donde permanece ingresado por las lesiones que él mismo se habría ocasionado y que revisten gravedad. Según informó la Subdelegación del Gobierno, la Guardia Civil investiga el caso como un crimen de violencia machista y no consta que la víctima, madre de un hijo de 16 años, hubiera interpuesto denuncia alguna contra su expareja.

No obstante, según precisaron las mismas fuentes, sí consta que en la tarde del viernes, la mujer de 37 años acudió a hablar con unos agentes de la Guardia Civil que vio en la calle, a los que les comentó que tenía "problemas" con su expareja. Estos "problemas" no se trataban de agresiones ni de amenazas y, aunque la víctima no quiso interponer una denuncia, se abrieron diligencias sobre lo ocurrido.

El suceso despertó la conmoción de buena parte de los vecinos de La Granja y al lugar de los hechos acudió el alcalde de la localidad, Samuel Alonso, quien calificó el suceso de "lo peor que podía pasar" en declaraciones a los medios.

Uno de los momentos más duros de la jornada fue protagonizado por varios amigos de la víctima mortal, quienes se presentaron en el lugar del crimen para depositar unas velas y un ramo de rosas para honrar a la fallecida.