A finales de julio, el Servicio de Medicina Interna del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac) comenzó a recibir los primeros azotes de la segunda ola de la pandemia de Covid-19, con un progresivo de nuevos casos "relacionados, sobre todo con transmisión en los ámbitos familiar y social", apunta el responsable de ese área, Fernando de la Iglesia. "Inicialmente, se produjeron brotes en determinados concellos y en zonas de alta densidad de población de la ciudad de A Coruña, que afectaban fundamentalmente a personas jóvenes; la edad media de los hospitalizados era de unos 40 años. Desde mediados de agosto, ingresan personas de más edad, y la media ahora es de unos 75 años. Los jóvenes se infectan y trasmiten la Covid-19 a mayores, que siguen teniendo un riesgo más elevado de enfermedad grave y letalidad", explica el doctor De la Iglesia. "La incertidumbre de hoy es comprobar, dentro de un par de semanas, los efectos del reinicio del curso académico y las consecuencias de los brotes detectados en residencias sociosanitarias", agrega.

En el Servicio de Medicina Interna del Chuac, que atiende fundamentalmente a pacientes con Covid-19 hospitalizados, se vive la actual situación "con ambivalencia". "Por un lado, con la confianza de tener mayor experiencia y mejores conocimientos en el manejo de esta enfermedad. Por otro, con preocupación por el volumen de enfermos con Covid-19 que puedan precisar ser hospitalizados, por la repercusión en la atención de pacientes con otras patologías, por arrastrar desgaste físico y emocional de la primera ola, o por la disponibilidad de EPI", señala el doctor De la Iglesia, quien detalla que, en los últimos días de julio, "no había pacientes ingresados por la enfermedad causada por el SARS-CoV-2". "Después fueron aumentando hasta llegar, a principios de septiembre, a unos 70 hospitalizados, 9 en la UCI. Desde entonces, el número se ha contenido [ayer había 49 en plantas de hospitalización y 6 en la UCI]. Pero estas cifras no nos deben hacer bajar la guardia, al contrario, hay que estar muy pendiente porque la situación epidemiológica puede ser muy variable en poco tiempo", destaca este internista.

En cuanto a las medidas que ya se han adoptado o se adoptarán en el área de Medicina Interna de cara a las próximas semanas y meses, su responsable apunta las siguientes: "Mantener de forma flexible la dotación suficiente de camas para atender a pacientes que ingresen por Covid-19 (la previsión actual es de dos plantas de hospitalización y habitaciones con presión negativa según necesidades); mantener una unidad de hospitalización de preCovid para pacientes en espera de confirmar o descartar el diagnóstico; y la apertura progresiva de las unidades de hospitalización convencional que todavía no están operativas".

"Durante la primera ola de la pandemia -continúa el doctor De la Iglesia- diagnosticábamos a los pacientes que venían al hospital con síntomas y afectados, y ahora se realizan muchas más pruebas, tenemos mucha más capacidad de diagnóstico y detectamos muchos pacientes asintomáticos o con enfermedad leve. El dato puede hacer pensar que el virus es menos agresivo. Esa sensación, desde mi punto de vista, es falsa, porque los asintomáticos o leves se habrían detectado en marzo si hubiera habido la posibilidad de realizarles pruebas en aquel momento. El virus, en este sentido, no ha cambiado y continúa teniendo una elevada letalidad en determinados grupos de riesgo y en personas mayores", advierte.

De la Iglesia se muestra vigilante ante la situación que atraviesa la Comunidad de Madrid, y ve fundamental controlar la transmisión comunitaria del virus para evitar que la incidencia aumente "en zonas contiguas y a distancia". "Lo que ocurra en Madrid indudablemente afectará a comunidades limítrofes y también a las que están a más distancia, como la nuestra. Parece claro que restringir la movilidad, evitar las reuniones y aglomeraciones especialmente en lugares cerrados y las medidas individuales (distancia física, uso de mascarilla, etc.) son las de mayor eficacia para disminuir la transmisión. La cuestión es tomarlas en el momento oportuno y no retrasarlas", subraya el jefe de Medicina Interna del Chuac, quien considera que, para contener la pandemia, se debe actuar "en varios niveles simultáneamente" y, entre otras acciones, propone "insistir en el rastreo y búsqueda proactiva y rápida de los contactos para la detección precoz de nuevos casos; asegurar de forma estricta el cumplimiento de los períodos de cuarentena"; o "descargar de labores burocráticas la actividad asistencial que realizan los médicos".