La segunda ola de coronavirus avanza imparable en Galicia, que registró ayer un récord de contagios al duplicarse el número de infectados en apenas diez días. Desde el día 1 de octubre los casos nuevos crecieron un 67%, al pasar de 211 infectados a los 353 de ayer, la cifra más alta en un solo día de esta segunda fase. Hay que remontarse al pasado 30 de marzo, en la primera ola de la pandemia, para encontrar 335 nuevos infectados en una sola jornada; claro que la víspera se habían alcanzado 516 contagiados. En total, hay 4.264 personas infectadas en la comunidad.

El incremento de positivos se explica, en parte, por la situación que sufre Ourense y, en particular, con la de sus residencias de tercera edad, que suman más de 200 casos activos. En total, el área sanitaria ourensana hay notificados 1.351 contagios, 203 en las últimas veinticuatro horas. La Xunta intervino ayer la residencia de Os Gozos en la localidad ourensana de Pereiro de Aguiar, con 137 positivos. El brote se atribuye a una trabajadora que se fue hacer la prueba PCR el jueves 1 de octubre y no obtuvo los resultados hasta cuatro días después.

Otro centro de mayores de Verín comunicó ayer medio centenar de casos. No son los únicos brotes que afectan a las residencias en la provincia que se ha convertido en la "bomba vírica" de Galicia y que ha obligado a decretar el cierre perimetral de Ourense y Barbadás. Ayer también se conocían los 46 positivos en usuarios de la Residencia Val de Monterrei, en Verín, que sumados a los anteriores contabilizan 183 contagios en el primer día de confinamiento perimetral.

El municipio ourensano de O Carballiño entró ayer en la lista roja de los concellos con más restricciones para frenar el Covid-19. La Xunta elevó las limitaciones que afectan a este ayuntamiento y, a partir de la medianoche del sábado, quedará prohibido el consumo en el interior de los establecimientos de hostelería, en los que solo podrá servirse en terrazas en el exterior a grupos de un máximo de cinco personas. Desde la medianoche se aplicarán las medidas del nivel 3, que ya imperan en Ourense y Barbadás, donde, además, están prohibidas las entradas y salidas del término municipal y las reuniones de personas no convivientes.

El conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, aseguró ayer que la situación en Ourense "es estable", en relación a la evolución epidemiológica y asistencial y defendió la "anticipación" en la toma de decisiones para frenar el avance de la Covid-19. "Llevamos tomando medidas desde hace tiempo". En relación a las restricciones -de movilidad y de limitación de reuniones a convivientes- en la provincia de Ourense, Comesaña apeló a la ciudadanía "a mantener estos criterios". "Confiamos en que la movilidad y las reuniones y el fin de semana largo pase sin mayores problemas", incidió.

Las autoridades sanitarias han puesto en marcha el Plan de Contingencia, con el traslado de enfermos de Covid-19 de los hospitales de Ourense, cuya evolución epidemiológica alcanza el nivel 3, a Vigo para evitar el colapso de hospitales y facilitar intervenciones quirúrgicas ajenas al coronavirus en al ciudad de As Burgas.

Por su parte, el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia ratificó ayer el cierre de Ourense y el municipio de Barbadás, así como las medidas acordadas por la Xunta que considera "idóneas", " necesarias" y "proporcionadas". También ratificó las restricciones adoptadas por el gobierno autonómico en los ayuntamientos de Vilagarcía, Vilanova, Sanxenxo, Meis y Cambados.