Un equipo de investigadores, liderado por la gallega Marisol Soengas, ha descubierto cómo el melanoma consigue engañar al sistema inmunológico, un hallazgo que puede abrir vías para lograr desarrollar inmunoterapias mejores y más eficaces y que podrían aplicarse a otros tipos de cáncer. El hallazgo lo han logrado científicos del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), y ayer publicaron sus resultados en la revista Nature Medicine.

El sofisticado sistema inmunológico humano ha evolucionado hasta convertirse en un sistema de protección eficaz contra un gran número de enfermedades, entre las que se encuentra el cáncer, explicaban ayer desde el CNIO. El sistema inmunológico es capaz de reconocer y destruir las células cancerosas mediante un proceso de monitoreo llamado "vigilancia inmunológica", pero el sistema adquiere algunas veces una personalidad alternativa y favorece el desarrollo de tumores en lugar de destruir las células cancerosas. Ese comportamiento dual dificulta la detección de indicadores de pronóstico y objetivos para el desarrollo de fármacos, han recordado los investigadores, que apuntan que uno de los grandes desafíos en la Oncología es el desarrollo de una inmunoterapia "mejor y más eficaz".

La investigación liderada por Soengas, jefa del Grupo de Melanoma del CNIO, ha logrado dar un importante paso al descubrir qué hacen las células del melanoma para pasar desapercibidas por el sistema inmunológico, que no las ataca y incluso se transforma en un aliado.

En 2017, los investigadores del CNIO ya descubrieron que una proteína (Midkine) juega un papel fundamental en la metástasis del melanoma, tanto que su activación determina el potencial de metástasis del tumor. En realidad, el melanoma tiene un potencial muy alto de hacer metástasis de forma temprana, y los investigadores comprobaron que una mayor expresión de esa proteína está relacionada con un mayor potencial de metástasis, mientras que bloquearla inhibe la propagación de las células cancerosas. Ahora, los investigadores han descubierto un nuevo papel de la proteína en el sistema inmunológico, al comprobar que en lugar de atacar las células del melanoma aumenta la inflamación y promueve el crecimiento del melanoma. "Nuestros resultados nos ayudan a comprender por qué el melanoma metastásico se asocia con un mal pronóstico y, especialmente, por qué algunos pacientes no responden a la inmunoterapia", explica Marisol Soengas. Cuando los in vestigadores bloquearon esa proteína, dos tipos importantes de células inmunes empezaron a funcionar normalmente de nuevo y atacaron el tumor, explicó Soengas.