Un estudio internacional, dirigido por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha identificado algunas claves de la flexibilidad de la proteína spike del coronavirus SARS-CoV-2, que es fundamental para permitir la entrada del virus en las células y propagar la infección del coronavirus.

Este descubrimiento, publicado en la revista International Union of Crystallography Journal, podría ser útil en el diseño de terapias para bloquear el acceso del virus al interior de las células. Ya que, al definir de forma cuantitativa los movimientos de la proteína spike, se pretende la localización de algunas bisagras moleculares que permiten estos movimientos.

Para analizar estos movimientos y la dinámica estructural de esta proteína, los investigadores han desarrollado nuevos métodos computacionales mediante el estudio de cientos de miles de imágenes de crío-microscopía electrónica.

"Mediante los nuevos desarrollos propuestos en análisis de imagen hemos podido comenzar a entender la flexibilidad de la espícula infectiva del virus, detectando algunas de las bisagras moleculares que facilitan su entrada en la célula", explica José María Carazo, uno de los responsables del trabajo.