El coronavirus convirtió ayer el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres en una jornada atípica en la que las instituciones honraron a las víctimas con minutos de silencio y distancia de seguridad. La pandemia impidió que se celebrasen manifestaciones para homenajear la memoria de las víctimas y reivindicar el fin de la violencia, pero no que la sociedad envíe un mensaje prácticamente unánime de rechazo de las violencias machistas a través de diferentes actos y concentraciones por todo el país.

La ministra de Igualdad, Irene Montero, hizo un llamamiento a la unidad del feminismo para combatir la violencia y recordó que su departamento es el “ministerio de todas las mujeres”. “Los pactos de mujeres, las alianzas feministas son pactos por la vida. Aquí está nuestra mano. Nos queremos vivas y unidas frente a la violencia machista”, señaló en su intervención por esta efeméride con lágrimas en los ojos.

Ayuntamientos, parlamentos autonómicos, Congreso y Senado, partidos políticos, sindicatos y organizaciones se sumaron a la conmemoración de este atípico 25-N. Las concentraciones de años anteriores fueron sustituidas por minutos de silencio y una llamada a la ciudadanía a colgar prendas moradas en los balcones para honrar la memoria de las víctimas y mostrar el rechazo a la violencia.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, instó en un vídeo institucional a cerrar definitivamente las grietas del machismo y, sobre todo, la más lacerante: la violencia de género. “La pandemia nos ha puesto a prueba con nuevas crisis, pero también, desgraciadamente, ha profundizado viejas grietas y nos ha recordado la importancia de cerrarlas definitivamente. Una de ellas, de las más lacerantes, es la del machismo en todas sus formas, pero especialmente, cruelmente, la violencia machista”, destacó.

Este 25-N, también los principales partidos políticos han participado en actos de homenaje a las víctimas y difundido en las redes sociales mensajes reivindicativos de la lucha contra la violencia machista, aunque Vox, de nuevo, ha vuelto a desmarcarse. Todos los grupos políticos del Congreso y el Senado, salvo la formación de Santiago Abascal, expresaron su compromiso contra el maltrato y con todas las víctimas guardando a mediodía un minuto de silencio en el exterior de ambas instituciones. Vox volvió a negar el concepto de la violencia de género y contraprogramó el minuto de silencio convocado en el Congreso con la celebración de un homenaje previo a “todas las víctimas”.

También el Parlamento gallego se sumó ayer al rechazo unánime de la violencia machista a través de una declaración institucional en la que todos los grupos muestran “su firme condena” de cualquier expresión de violencia contra las mujeres “y de todas y cada una de sus manifestaciones”. Además, a raíz de una proposición no de ley defendida por la diputada nacionalista Olalla Rodil, las tres fuerzas políticas —PP, PSdeG y BNG— acordaron instar a la Xunta a diseñar, en colaboración con el Colexio Oficial de Psicoloxía de Galicia, un plan específico de atención psicológica para las mujeres en situación de violencia machista adaptado a la realidad generada por el COVID-19, así como a las consecuencias del confinamiento. Asimismo, han pedido que la Xunta solicite al Gobierno central mejoras en la protección a los menores, víctimas de violencia en el seno familiar. Pese a estos acuerdos, ayer se vivió una jornada bronca en el Parlamento autonómico. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, censuró que los socialistas traten de “apropiarse” de la lucha contra este tipo de violencia mientras “niegan el compromiso” y las políticas de otras fuerzas como el PP. “No se apunte al negacionismo ni a la apropiación de las políticas en defensa de la igualdad. Todos juntos avanzaremos más”, trasladó al líder del PSdeG, Gonzalo Caballero, quien, por su parte, la respondió que es su partido el que “pacta” con quienes “niegan” la violencia machista (Vox).

El Colexio de Psicoloxía y el de Xornalistas de Galicia son otras entidades que ayer se sumaron a los actos en repulsa de los malos tratos. La Plataforma Feminista Galega convocó concentraciones por diferentes localidades de Galicia.

Más de 40 víctimas mortales en lo que va de año

Un total de 1.074 mujeres fueron asesinadas por sus parejas o exparejas en España desde al año 2003, 41 en lo que va de 2020. Además, en los últimos seis, 37 niños fallecieron a manos de su padre o por la pareja o expareja de su madre y 301 menores han quedado huérfanos. Pero los asesinatos por violencia de género son sólo la punta de un iceberg de un problema estructural con millones de víctimas afectadas por distintas violencias. Una de cada tres mujeres en España (6,6 millones) ha sido maltratada física, sexual, psicológica o económicamente por una pareja o expareja, según la Macroencuesta de Violencia sobre la Mujer de 2019. El 57,3% ha sufrido algún tipo de violencia machista a lo largo de su vida (11,3 millones): más de cuatro millones han padecido violencia física; 2,8 millones, violencia sexual y más de ocho millones aseguran haber sido víctimas de acoso sexual. Además unas 704.000 mujeres padecieron violencia sexual cuando tenían menos de 15 años y 453.000, un 2,2%, asegura que ha sido violada. Sólo el 8% de las víctimas de violencia sexual denunció los hechos. Coincidiendo con el 25-N, el Grupo de expertos sobre lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica (Grevio) del Consejo de Europa ha pedido a España “reforzar las medidas para prevenir y combatir la violencia que afecta a las mujeres” tras criticar que “muy pocas comunidades autónomas ofrecen servicios especializados para las víctimas de agresión sexual y violación”. En su primer informe sobre España, ha solicitado que se refuerce el marco legal sobre la violencia psicológica, el acoso y la violencia sexuales.