La reapertura parcial de la hostelería en Galicia arrancará en las áreas formadas por Santiago-Ames Teo y Ourense-Barbadás-Pereiro, así como en los municipios de Ares y A Estrada, según adelantó la Consellería de Sanidade anoche al concluir la reunión del comité clínico.

La decisión de aliviar las restricciones en estos municipios obedece a la mejora de los contagios y al freno de la pandemia en los últimos días. Pasan a alerta dos, lo que permite la reapertura de los establecimientos hosteleros con un aforo interior del 30% y del 50% en las terrazas de exterior con un horario que les obliga a cerrar a las cinco de la tarde.

Inicialmente la desescalada en la hostelería contemplaba que podrían reunirse en los establecimientos solo personas convivientes, pero los hosteleros reclamaron reuniones de cuatro personas no convivientes, extremo que la Xunta se comprometió a estudiar. Unas medidas que hoy mismo concretará el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña.

La mala evolución epidemiológica ha llevado al comité clínico a incrementar las restricciones al nivel máximo, alerta roja, en los municipios de As Pontes y A Guarda (Pontevedra), así como a mantener una especial vigilancia sobre los ayuntamientos coruñeses de Boiro, Ordes y Cerceda; el ourensano de A Rúa y el pontevedrés de A Lama.

La desescalada en la hostelería será gradual, en cuatro fases, y asimétrica, en función de la situación sanitaria de cada territorio, según adelantó el vicepresidente de la Xunta Alfonso Rueda el lunes pasado. El siguiente escenario o tercera fase implicaría la apertura de los negocios con restricciones de aforo, pero ampliaría el horario de apertura al público hasta las 23.00 horas. Además, se permitiría la presencia de grupos de no convivientes hasta seis personas.

Ya en la cuarta fase, con restricciones más suaves en función de la situación sanitaria de cada localidad, se ampliarían los aforos hasta un 50% en el interior y un 75% en el exterior, también hasta las 23.00 horas. A partir de ahí sería “más difícil concretar” las siguientes fases, según había anticipado Rueda, que señaló que serían ya de “casi normalidad”, sin restricciones de aforo pero sí de horarios.

A nivel nacional, el Ministerio de Sanidad prepara nuevas medidas que faciliten la reagrupación familiar estas navidades. Así, quiere que el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud acuerde hoy una posición conjunta de Gobierno central y comunidades autónomas en cuanto a las recomendaciones y restricciones para las primeras navidades de la pandemia del coronavirus.

Sanidad planea confinamientos perimetrales en Navidad , excepto para la reagrupación familiar, según avanza El País. Así, quienes viven fuera podrían volver a casa a pasar las fiestas o desplazarse a visitar a familiares cercanos. Pero si, por ejemplo, un grupo de personas pretende salir de una comunidad perimetrada para ir a una casa rural con amigos en otra, no podría hacerlo. Tampoco entrar en una que estuviera confinada, aunque la suya le permitiera salir.

Además, el número de personas en las reuniones se ampliaría a 10 con toque de queda.

Portugal, un puente de la Restauración confinados en casa desde el mediodía

Portugal vivió ayer un puente festivo de la Restauración atípico, con los vecinos confinados en sus domicilios desde las 13.00 horas hasta las cinco de la madrugada. El Gobierno, aprovechando que ayer era festivo en el país, decretó el toque de queda desde el mediodía. Con los locales comerciales y la hostelería cerrados a partir de la una del mediodía y en una jornada sin colegios, las calles de áreas metropolitanas como Lisboa y Porto, así como de los otros 121 municipios más castigados en el país por el COVID —entre los que se encuentran los más próximos a Galicia—, las calles estaban vacías. Es el caso de Valença, una de las localidades lusas más afectadas por el coronavirus y donde se nota también el cierre perimetral de muchos ayuntamientos gallegos que impide a diario la visita entre vecinos. Portugal, con casi 300.000 contagios de COVID y más de 4.500 muertos por coronavirus desde que comenzó la pandemia, se encuentra en estado de emergencia. El Gobierno portugués adoptó nuevas restricciones para evitar contagios con ocasión de los dos puentes festivos que se celebran en diciembre, el de la fiesta de la Restauración de la Independencia —el 1 de diciembre de 1640 nobles lusos invadieron el Palacio Real y asesinaron a Miguel de Vasconcelos, representante de España en Lisboa, aclamando a D. João, Duque de Bragança como rey de Portugal— y el día 8, festividad de la Inmaculada. De este modo, durante estos dos fines de semana la circulación se verá limitada entre las 13.00 horas del sábado y las 05.00 del domingo, y entre las 13.00 horas del domingo y las 05.00 horas del lunes. El 7 de diciembre, el comercio también cerrará a las 15.00 horas. Las restricciones no afectarán a la libre circulación de personas entre ambos países, por vía aérea o terrestre, tanto por motivos laborales o de turismo, por lo que se mantendrá abierta la frontera con España. También los hoteles están abiertos al público. Portugal mantiene el toque de queda, en principio, hasta el próximo 9 de diciembre entre las 23.00 y las 05.00 horas, momento en que también estará prohibida la circulación entre municipios. Las autoridades portuguesas establecen cuatro zonas de riesgo por ayuntamientos, en función del número de contagios, con distintas restricciones.