La semana pasada comenzaron a llegar a las farmacias coruñesas los primeros test de autodiagnóstico de COVID que Sanidad permite comercializar en boticas. Se trata de pruebas serológicas, es decir, aquellos que detectan la presencia de anticuerpos en el organismo que revelan que quien se realiza el test ya pasó la infección. “Es importante destacar que estos test no sirven para ver si tenemos ahora la enfermedad sino para ver si hay anticuerpos, es decir, si la he pasado en los últimos meses. No tiene por tanto sentido usarlos de cara a tener mayor seguridad en las reuniones de Navidad”, indica la vicepresidenta del Colegio de Farmacéuticos de A Coruña, Margarita Muñoz, quien recuerda que para saber “si uno puede o no contagiar” las únicas pruebas que lo detectan son los test de antígenos y las PCR.

Por ello, esta farmacéutica reconoce que los test de autodiagnóstico tienen realmente poca utilidad. “El único sentido de los test de anticuerpos es realizar estudios de seroprevalencia para conocer la incidencia del virus en la población o la curiosidad de saber si he estado en contacto con el virus”, sostiene para explicar que si alguien da positivo en estos test que el usuario se realiza en su casa conviene complementar el estudio con una PCR para ver si hay carga viral todavía.

Los test, con un coste de 25 euros que solo pueden adquirirse si se tienen una prescripción médica, son “sencillos” de realizar en el hogar pero siempre y cuando se cumplan con una serie de precauciones. “El farmacéutico ya le va a indicar cómo debe realizarse pero conviene siempre leer bien las instrucciones. Es muy importante tener en cuenta las características de conservación del envase, abrir la caja solo cuando ya vayamos a someternos al test y después hay que extraer una gota de sangre siempre del extremo lateral del dedo”, indica Muñoz, quien entiende que de negativo o positivo el resultado hay que comunicarlo al médico “que es quien consideró que era necesario realizarlo”.

Más allá de intentar saber si se tiene la infección o si ya se ha pasado, e incluso cuando las pruebas indiquen que no se tiene el virus o que ya se padeció en meses anteriores, los farmacéuticos aconsejan no dejar de lado las medidas de seguridad en las reuniones: distancia de seguridad de al menos un metro entre comensales y uso de mascarilla siempre salvo en el momento de comer o beber. “Es importante resaltar la necesidad de un buen uso de la mascarilla. Muchas veces no se lleva bien colocada, se usa más tiempo del que marca o si es lavable no se lava todos los días”, advierte.