Los 250 usuarios y trabajadores de la residencia Porta do Camiño de Santiago fueron los primeros vacunados en Galicia contra el coronavirus, pero no serán los últimos. El Servizo Galego de Saúde (Sergas) espera para este lunes una nueva remesa de dosis de Pfizer-BioNTech, pero a diferencia de la que llegó este domingo, será mucho más numerosa. Serán 18.000 dosis del antídoto contra la COVID-19 que se empezará a administrar en los centros de mayores de las siete áreas sanitarias de la comunidad. La previsión de la Consellería de Sanidade es vacunar cada día a más de 1.000 personas. Ayer mismo, el director de asistencia sanitaria del Sergas Jorge Aboal aseguró que se podrá trabajar a un ritmo de una persona cada cinco minutos.

Algo que también ha recalcado hoy el conselleiro Julio García Comesaña en una comparecencia realizada al exterior de la residencia Porta do Camiño. Allí ha estado acompañado de la conselleira de Política Social, Fabiola García; de la primera persona en recibir la vacuna en Galicia, Nieves Cabo Vidal; y de una de las enfermeras que forman parte del equipo de vacunación, Yolanda.

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Comienza la campaña de vacunación en Galicia

El medio millar de unidades recibido este domingo obligó al Sergas a "ajustar" su plan de vacunación, que se activará a partir del martes, una vez el lunes lleguen las 18.000 siguientes y terminen el proceso de descongelación que dura "unas tres horas", según ha asegurado el conselleiro. Y es que las que han viajado este domingo desde Guadalajara ya estaban "en fresco" y por ese motivo se han podido inocular "de forma inmediata".

"Haremos un trabajo intensivo esta semana y la que viene para tratar de vacunar a todos los residentes y los trabajadores de residencias", ha garantizado Comesaña, quien seguidamente ha dicho que será "posible" que a finales de enero o principios de febrero esté cubierto todo el colectivo de usuarios y trabajadores de residencias de la tercera edad de Galicia, además de los sanitarios en primera línea contra la pandemia. "Si todo sigue según lo previsto, creemos que sí. Hay que compaginar el ritmo de la vacunación con la reserva de la segunda dosis a todos los que se vacunan ahora pero, con los datos que mantenemos ahora mismo, creo que sí que será posible", ha afirmado al respecto.

Cada semana llegarán a la comunidad gallega en torno a 18.000 dosis de Pfizer-BioNTech, lo que permitirá su administración a entre 1.000 y 2.000 personas cada día, teniendo en cuenta que hay que reservar unidades para la segunda dosis.

En Galicia, unas 38.000 personas –el 1,41% de la población– se sitúa en primera línea para recibir los fármacos: 24.000 mayores y 10.000 trabajadores de las residencias más los 4.000 usuarios y 4.000 trabajadores de los centros de atención a la discapacidad, según datos de la Xunta de Galicia.

Nieves Cabo Vidal, primera gallega en recibir la vacuna

Nieves Cabo Vidal, de 82 años, ha escrito su nombre en la historia de Galicia al convertirse en la primera gallega en recibir la vacuna del coronavirus. A las 11.00 horas del 27 de diciembre, esta usuaria de la residencia de Porta do Camiño de Santiago de Compostela recibía la primera de las dosis del antídoto de Pfizer. Tras ella ha sido el turno de José Antonio Arcay, trabajador del servicio de cocina. La propia Nieves, después de guardar el reposo necesario después del pinchazo, se ha asomado a las ventanas del centro para manifestar su alegría y ha considerado que cuantos más se vacunen mejor, aparte de constatar que "el bicho ha dado muchos disgustos" y  ha confesado sentirse "contentísima" y "como nueva".

¿Quién se vacunará después?

Después de los residentes y el personal sanitario de residencias y centros de grandes dependientes será el turno del resto de personal sanitario y los grandes dependientes no institucionalizados. Se han establecido 18 grupos poblacionales en función de cuatro tipos de riesgo: mortalidad, exposición a la enfermedad, impacto socioeconómico y transmisión de la enfermedad.

¿Será obligatoria?

El ministro ha descartado que en las etapas iniciales la vacunación sea obligatoria, aunque fuentes ministeriales no descartan que tenga que adoptarse esa medida en caso de que Sanidad lo estime necesario dentro de la evolución de la pandemia.