Las muertes por COVID se dispararon ayer en Portugal, cuando se notificaron 218 fallecidos, por encima del récord diario registrado la víspera de 167 óbitos, y en una jornada en la que además se volvieron a superar los 10.000 contagios.

El país, que se encuentra confinado, superó ayer la barrera de los 200 muertos por primera vez en toda la pandemia y tras encadenar 11 días consecutivos por encima del centenar, con 9.246 fallecimientos desde marzo, según el último balance de la Dirección General de Salud (DGS) lusa.

Portugal, con unos 10 millones de habitantes, notificó además otras 10.455 infecciones en las últimas veinticuatro horas, con lo que volvió a las elevadas cifras de la semana pasada, a pesar de que los martes suelen ser, después de los lunes, un día de números más moderados porque todavía se siente el efecto del fin de semana.