La Xunta alivia las restricciones de la hostelería y el cierre perimetral en la mayoría de concellos

Galicia comenzará el próximo viernes una desescalada “gradual” de las restricciones severas impuestas el 27 de enero que permitirá reabrir la hostelería, suavizar los cierres perimetrales y reunirse con hasta cuatro no convivientes en la mayor parte de municipios, según anunció ayer el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. La decisión, avalada por el comité clínico, se toma porque, aseguró, la evolución de la pandemia “es buena” como demuestra que el número de casos activos se redujese “un 64% desde final de enero al pasar de 22.600 a 8.066” o que la incidencia acumulada a catorce días sea ya de 236, “por debajo de lo que se considera máximo riesgo”. Eso sí, Feijóo reconoció que la evolución no es igual de positiva en todos los concellos y por eso habrá varios ritmos en la desescalada e instó a no bajar la guardia ya que, resaltó, la Xunta no dudará “en volver atrás” y endurecer las restricciones si la tendencia positiva se invierte.

El descenso en el número de afectados y de contagios demuestra, según Feijóo, que las restricciones severas “han funcionado” y que pueden aliviarse de “forma gradual y progresiva” aunque recordó que el número de pacientes hospitalizados (583) y sobre todo en UCI (146) todavía está por encima de lo “que querríamos”, especialmente en algunas áreas —como la de A Coruña—, donde la tasa de pacientes en críticos supera el 25%. Por ello, la Xunta ha dividido los concellos gallegos en tres niveles, en función de su incidencia acumulada, que llevará en la práctica a tres ritmos de desescalada. El Ejecutivo tendrá en cuenta los datos que se publiquen hoy para ver en qué grupo se incluye a cada concello en la orden que regulará las nuevas restricciones.

Busca concello a concello y consulta un adelanto de las nuevas medidas sanitarias vigentes en cada ayuntamiento gallego a partir de este viernes 26 de febrero cuando arranca la desescalada de la tercera ola de COVID en Galicia.

Las únicas medidas que afectarán al conjunto de la comunidad serán que el 1 de marzo, tal y como ya se había anunciado, los universitarios volverán las clases presenciales —Feijóo aseguró que se realizará un cribado entre los estudiantes para un regreso a clase “seguro”— y que a partir de este fin de semana podrán reabrir sus puertas los centros comerciales que ahora solo podían hacerlo de lunes a viernes.

Tras la reunión del comité clínico que asesora al Sergas en pandemia, la Xunta ha decidido solo mantener el nivel máximo de restricciones en 17 concellos, aquellos cuya incidencia a 14 días supera los 500. Se trata de Aranga, Cabanas, Carballo, Corcubión, Malpica, Ponteceso, Catoira, O Corgo, Gomesende, A Gudiña, Guitiriz, Larouco, Moeche, A Peroxa, A Pontenova, Toques y Xunqueira de Espadanedo que concentran al 2,6% de la población gallega. En todos ellos la hostelería seguirá cerrada, no será posible reunirse con no convivientes y se mantiene el cierre perimetral. No podrán salir de su concello —salvo para trabajar, estudiar o ir al médico— ni si quiera trasladarse a otro ayuntamiento con su misma incidencia de coronavirus.

Un segundo nivel de restricciones sería el que se aplicará en los concellos con una incidencia de entre 250 y 500 casos. Son un total de 107 —todos los de las áreas sanitarias de A Coruña, Ferrol y Pontevedra y otros 33 del resto de la comunidad—, lo que representa al 44% de la población gallega. En ellos, las hostelería podrá abrir sus terrazas con un 50% del aforo y hasta las 18.00 horas y reabrirán los gimnasios. Además se permitirán las reuniones de un máximo de cuatro no convivientes y los vecinos de estos concellos podrán desplazarse a otros con su misma incidencia, excepto en las áreas sanitarias de A Coruña, Ferrol y Pontevedra que actuarán cada una como una almendra y debido a la alta ocupación de camas UCI, sus vecinos solo podrán desplazarse entre concellos del propio área.

Más de la mitad de la población gallega (el 54%, lo que supone más de 1,4 millones de ciudadanos) quedará el viernes bajo el nivel de restricciones más laxas. Son quienes viven en 189 concellos, cuya incidencia ya está por debajo de 250. En ellos, la hostelería podrá abrir al 50% en terrazas y al 30% de aforo en interior (aunque se mantiene la prohibición de servir en barra) hasta las 18.00 horas, las reuniones serán de un máximo de cuatro personas y se levanta el cierre perimetral y podrán trasladarse a cualquier municipio que esté en su mismo nivel al compartir incidencia.

Feijóo dejó claro que el comité analizará periódicamente la evolución de cada concello —de hecho explicó que a partir de ahora se dará más peso a la incidencia acumulada a los siete días y no a los catorce porque son “indicadores más adelantados”— y aquellos que ahora están en nivel máximo de restricciones podrán aliviarlas si baja su incidencia y viceversa, se endurecerán en aquellos cuyos datos empeoren. Confía en que la próxima semana mejore el área sanitaria de Pontevedra y A Coruña y Ferrol, en las dos primera semanas de marzo.

“Si tenemos que volver a atrás, volveremos”, dijo y aseguró que ni el puente de San José ni Semana Santa “serán como nos gustaría” y resaltó que si tienen que endurecer las medidas y hacer cierres en Semana Santa, se hará. Feijóo apeló, de nuevo, a la responsabilidad individual y recordó que “como ya se mostró en las olas anteriores”, salir de esta situación “depende de nosotros”. De hecho, aseguró que hay que “continuar siendo muy prudentes” y aunque espera una caída de la mortalidad a partir de mayo, cuando ya estén inmunizados los mayores de 80, recuerda que esto no tiene porqué traducirse en un descenso de contagios en otros grupos de edad. “No puedo garantizar que dentro de tres meses haya normalidad y lo que no podemos es tener una sociedad más pendiente de si abre la hostelería o los gimnasios que de la cifra de muertes. No se puede normalizar el número de fallecidos, no son cifras, son personas. Nuestro objetivo es llegar a que las muertes por coronavirus sean excepcionales”, señaló Feijóo.

Desde la oposición, el BNG pidió “cautela” con la desescalada porque una cuarta ola “sería el peor escenario” y el PSdeG apuesta por aliviar restricciones de forma gradual y progresiva.

Los pacientes en UCI todavía son el triple que los que había antes de Navidad

El balance diario del Sergas revela que la tercera ola continúa con un descenso progresivo del número de casos activos, contagios y hospitalizados en la comunidad gallega, pero el número de pacientes COVID en UCI casi triplica a los que había antes de las fiestas navideñas. Pese a que los 146 ingresados en críticos son nueve menos que el domingo e incluso un 108% menos que en el pico de la tercera ola (el 7 de febrero llegó a haber 254), son casi tres veces más que los que había el 22 de diciembre: 51. Además, el Sergas notificó ayer otras once muertes por coronavirus, cinco de ellas en el área de A Coruña. El número de casos activos, es decir, gallegos que actualmente tienen la infección es de 8.066, lo que supone 550 menos en solo 24 horas. Son un 53% menos que los que había al finalizar enero y uno de los datos a los que aludió Feijóo para mostrar la buena evolución de la comunidad gallega. En el caso del área sanitaria coruñesa este indicador también continúa a la baja ya que hay 2.647 infectados, 222 menos en un día. También vuelven a caer los nuevos contagios: fueron 213 los positivos detectados en las últimas 24 horas, setenta menos que el día anterior y un 88% menos que hace justo un mes. Una tendencia que también se observa en el área de A Coruña, donde los nuevos contagios diarios cayeron a la mitad en una semana —de 130 a 65—, pero aun así continúa como el área con mayor numero de contagios y a gran distancia de las demás. La presión asistencial en los hospitales continúa muy elevada. Hay 583 ingresados (tres más en un día) —aunque un 52% menos que el peor momento de la tercera ola, según indicó ayer Feijóo—, de los que 217 están en el área coruñesa, la más afectada de la comunidad. La tasa de positividad continúa controlada, 2,8% según el último dato, tras 7.221 pruebas PCR. De hecho, ayer Feijóo aseguró que Galicia era una de las comunidades con tasas de positividad más bajas, lo que tiene también su lado malo, indicó, ya que supone que hay menos gente inmunizada. “Lo mejor es llegar a vacunarse sin haber pasado la enfermedad por los efectos que puede provocar”, dijo. El Sergas notificó ayer once muertes. Todos eran pacientes con patologías previas salvo un hombre de 56 años que falleció en el Hospital de Pontevedra.

El Sergas inicia hoy la vacunación entre el profesorado

Una vez finalizada la vacunación en las residencias de mayores y los sanitarios de primera línea, el Sergas comenzó ayer la inmunización de los mayores de 80 años que no viven en centros y hoy mismo serán los profesores quienes comiencen a recibir la vacuna contra el coronavirus. Aunque el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, anunció ayer que la inmunización a este colectivo arrancaría mañana, lo cierto es que muchos ya han sido citados para hoy para recibir la primera dosis del fármaco. Sindicatos como CIG y ANPE criticaban la falta de antelación en el aviso de las citas, lo que puede provocar problemas en la organización de las clases. Por otra parte, preguntado sobre la posibilidad de dotar de un pasaporte de inmunidad a quienes ya están vacunados, Feijóo señaló que estaría de acuerdo —sin entrar en cuestiones técnicas—  para facilitar la movilidad de esas personas y cree que sería importante para países con gran peso del turismo como España.