El llamamiento a las autoridades y a la ciudadanía para seguir trabajando en la lucha contra la desigualdad y la “feminización de la pobreza” marcaron el eje de los discursos de las entidades galardonadas con las medallas Emilia Pardo Bazán 2020, que concede la Xunta para reconocer la labor en favor de la igualdad entre hombres y mujeres y distinguir el trabajo en este ámbito de personas, instituciones y asociaciones. La distinción fue en esta edición, la segunda, para la Asociación Rede Mulleres Veciñais contra os Malos Tratos de Vigo, la Federación Provincial de Mulleres Rurais de Ourense (Femuro) y, a título póstumo, para la expresidenta de la Casa Galicia Japón Megumi Shiozawa.

La desigualdad y la feminización de la pobreza se muestra “más agravada en el rural”, expuso la presidenta de Femuro, Isabel Garrido. En la misma línea, la coordinadora de la Asociación Rede Mulleres Veciñais contra os Malos Tratos de Vigo, Rosa Fontaíña, advirtió de la importancia de luchar contra estos males. “Cada vez que hay una crisis, las víctimas de violencia se llevan la peor parte”, alertó, a la vez que reclamó a las instituciones que las ayudas para las mujeres víctimas de malos tratos sean “constantes y con seguridad” y a la ciudadanía que colaboren.

En particular, avisó de la situación a la que se enfrentan cuando su caso llega a los juzgados y caen en el “desamparo” al no contar con los medios económicos de su maltratador.

En nombre de Megumi Shiozawa, recogió la medalla su viudo, Ignacio Galiana, quien subrayó que su mujer siempre vivió “como gallega”.

En el acto, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo reivindicó como otros de los intervinientes, la figura de Pardo Bazán y su defensa de la mujer en un discurso en el que también hizo alusiones a la pandemia y a la recuperación del Pazo de Meirás.

“Gracias a las vacunas, empezamos a ver la luz”, señaló Feijóo quien destacó también “la recuperación para el dominio público” del Pazo de Meirás, “vinculado a su obra y vida”, indicó sobre la escritora gallega.

En su discurso, apeló al feminismo como “sinónimo de valores universales” que comparten hombres y mujeres” e incidió, en especial, en el “feminismo integrador”. Remarcó el “empoderamiento de la mujer gallega” y, aunque admitió que “queda mucho por hacer”, se mostró convencido de que se está en el “buen camino”.

El acto de entrega se celebró en la antigua Fábrica de Tabacos de A Coruña, si bien la Xunta propuso hacerlo inicialmente en el Pazo de Meirás. Asistieron numerosas autoridades, entre ellas la conselleira de Emprego, María Jesús Lorenzana, el presidente del Parlamento gallego, Miguel Ángel Santalices y la alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, así como el presidente del TSXG, José María Gómez y Díaz-Castroverde.