España ha prorrogado los controles en la frontera interior terrestre con Portugal hasta el 6 de abril por la crisis sanitaria del COVID-19 y ante la proximidad de la Semana Santa, según publicó ayer el Boletín Oficial del Estado (BOE).

De acuerdo con la orden del Ministerio del Interior, solo se permitirá la entrada en territorio español a ciudadanos españoles y a su cónyuge o pareja inscrita en el registro público y aquellos ascendientes y descendientes que vivan a su cargo.

También podrán entrar los residentes y estudiantes que cursen sus estudios en España, los que vivan en otros Estados miembros o asociados Schengen que se dirijan a su lugar de residencia habitual y los que estén en tránsito por motivos laborales. Igualmente lo podrán hacer los que acrediten causas de fuerza mayor, situación de necesidad o motivos humanitarios, así como el personal extranjero acreditado como miembro de las misiones diplomáticas, organismos internacionales y fuerzas de seguridad, cuyos desplazamientos tengan relación con su trabajo.

Las entradas y salidas solo podrán realizarse por los pasos fronterizos autorizados y durante los horarios establecidos. Esta orden estará en vigor desde la 01.00 horas del 16 de marzo hasta las 00.59 horas del 6 de abril.

Portugal inició ayer la primera fase de su desconfinamiento, en la que abren guarderías y centros de primaria, peluquerías, librerías y se puede volver a tomar café en la calle.

El plan de desescalada incluye cuatro fases que se prevé avancen cada dos semanas, la última de las cuales tiene previsto comenzar el próximo 3 de mayo.

La que ayer empezó es prolegómeno de las aperturas de más impacto para la economía, como abrir terrazas de hostelería o comercio de hasta 200 metros cuadrados con puerta a la calle, a partir del 5 de abril, tras la Pascua, cuando también se planteará reabrir la frontera terrestre con España.