Unos 2.500 restaurantes pueden desde hoy abrir en Galicia hasta las once de la noche, pero la obligación de disponer de medidores de CO2 para comprobar y garantizar la correcta ventilación del establecimiento no entrará en vigor hasta dentro de una semana. Concretamente, el día 23 de abril a las 00.00 horas. Desde la Plataforma en Defensa da Hostelería Galega, sin embargo, cuestionan este y otros requisitos de la Xunta para poder dar cenas al considerar que son “decisiones arbitrarias, discriminatorias y con escaso rigor científico” y demandan diálogo con los hosteleros.

La Xunta ha decidido dar ese margen a los propietarios para comprar los medidores, aparatos que además deberán estar en una zona visible para los clientes y disponer de una pantalla que muestre los niveles de CO2 en tiempo real. El contagio por el aire se ha demostrado la principal vía de contagio del coronavirus, de ahí la importancia de que en los restaurantes, donde los comensales deben sacarse la mascarilla, la concentración de aerosoles sea mínima y la renovación del aire constante. Los dispositivos deben llevar el sello CE y no se pueden situar cerca de ventanas, puertas u otros puntos de ventilación. El medidor no podrá superar los 800 ppm (partículas por millón de CO2) en el interior, cuando supere esa cifra el dueño del restaurante debe tomar las medidas necesarias para que baje. Por ejemplo, con una mayor apertura de ventanas y puertas del local.

El objetivo de la Xunta es que los propietarios de los restaurantes pueden saber en todo momento el riesgo de contagio en su local. Con los medidores de CO2 pueden conocer la concentración de aerosoles en el ambiente. El precio de un aparato de este tipo ronda los 150 euros. Desde el sector aseguran, sin embargo, que esta obligación “es difícilmente explicable desde el punto de vista del control de la pandemia” y la tildan de “nueva burla” .

La Xunta también exige a los restaurantes que den cenas hasta las once de la noche, que sólo lo hagan a través de cita o reserva previa, y que lleven un registro de los clientes del servicio de cenas, que debe incluir el nombre, apellidos, DNI y número de teléfono. Los contactos deben conservarse al menos durante un mes. En caso de un brote de coronavirus, tendrán que facilitar esos datos a la Consellería de Sanidade.

En la orden que regula la ampliación del horario para los restaurantes, también se aprovecha para aclarar que la disposición de mesas y sillas en los locales para cumplir los aforos máximos debe hacerse “evitando su concentración en espacios concretos, especialmente en aquellos locales que disponen de varias salas o comedores”. Los salones vacíos no computarán en el aforo.

Los casos activos vuelven a subir por séptimo día consecutivo, pero baja la presión asistencial

Galicia registró ayer 199 nuevos contagios de COVID, lo que supone que por séptimo día consecutivo haya un repunte en el número de infectados hasta llegar a los 2.439 casos activos. También el área de A Coruña experimenta un ligero repunte al subir en tres los casos activos hasta los 602. La demarcación registró además 47 nuevos positivos, la cifra más alta de toda la comunidad salvo en el área de Vigo, donde hubo 55 casos.

‘Auge’ de la cepa brasileña

La Xunta informó ayer de que se han detectado una treintena de afectados por la variante brasileña en Vigo, todos menores de 30 años y en grupos que no tienen contacto entre sí. Los leves repuntes de casos activos chocan con la presión asistencial que está en sus niveles más bajos en lo que va de año. En toda Galicia bajan a 182 los pacientes con coronavirus ingresados en hospitales, 25 de ellos en UCI. En A Coruña son 59 los ingresados y siete en críticos. Además, el Sergas no notificó ayer ninguna nueva muerte.

Nuevo cribado en Cambre

El Sergas realizará hoy un cribado mediante PCR a los 730 alumnos y profesores del instituto Alfonso X O Sabio de Cambre. Por otra parte, las farmacias de los concellos de Arteixo y Culleredo continúan con el cribado a adultos con test de saliva.